La Selección de Japón se proclamó campeona del Clásico Mundial de Beisbol 2023, tras vencer 3 carreras a 2 a su similar de Estados Unidos (EEUU).
Todo lo que empieza, por muy bueno que sea, debe terminar, aunque en esta ocasión, el Clásico Mundial de Beisbol 2023 quedará por muchos años en la memoria de todos los aficionados.
Sobre todo por el choque que regalaron Japón y Estados Unidos, donde los nipones, comandados por la máxima figura, Shohei Ohtani, se alzaron con el triunfo sobre la novena de las “Barras y las Estrellas” para consagrarse campeones de la justa.
Una gran fanaticada japonesa se dio cita en el estadio que un día antes vio cómo de forma heroica, en la última entrada, se llevaron la victoria frente a la Selección Mexicana. Con tambores, trompetas y un sinfín de disfraces, los seguidores de la novena samurái se encargaron de poner el ambiente en el LoanDepot Park de Miami, Florida.
Apenas en la segunda entrada, Trea Turner puso el sello de la casa y con un sonoro batazo, que se escondió por detrás de la barda, puso adelante al equipo de las “Barras y las Estrellas”.
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Los nipones vinieron de atrás para ganar
Sin embargo, como es su naturaleza, el equipo japonés se levantó y Munetaka Murakami mandó la pelota para la calle, cuadrangular que de momento dio la igualdad en la pizarra. En acto seguido, Lars Nootbar metió una rola que terminó siendo out, pero suficiente para impulsar la segunda carrera del combinado nipón.
Kazuma Okamoto también escribió su nombre en la lista de los vuelacercas de Japón en el Clásico Mundial de Beisbol 2023 con un batazo que se internó en la tribuna del jardín central para una ventaja de dos a los asiáticos.
Con el nervio a flor de piel y la balanza inclinada a su favor, el experimentado Yu Darvish llegó al montículo para el relevo, pero en su turno se llevó un palo de cuatro esquinas por parte de Kyle Schwarber, el cual acercó a Estados Unidos a una carrera de diferencia.
En lo que parecía un guion de película, el ídolo japonés, Shohei Ohtani, entró para cerrar el juego y lo hizo de manera perfecta espectacular para darle a Japón su tercer campeonato.
El equipo nipón terminó de manera invicta su participación: en Tokio ganó los cinco juegos que disputó (fase de grupos y cuartos de final), mientras que en suelo norteamericano derrotó a México y Estados Unidos para llevarse la corona mundial.
–Con información de Sin Embargo
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