Aunque la mitad de las candidaturas a cargos de elección popular, así como cargos internos en los institutos políticos, son destinados a mujeres, sigue existiendo una brecha de género en Morena. De las 42 presidencias municipales que gobiernan en Puebla, solo 12 son encabezadas por poblanas, lo que equivale al 28.57%. Apenas lideran localidades de hasta 14 mil habitantes, a diferencia de los hombres que presiden los municipios más grandes del estado.
De cara a la renovación del Comité Ejecutivo Nacional y Estatal de Morena, se prevé una amplia participación de poblanas, que pertenecen a distintas facciones dentro de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, pese a su notoria presencia, persiste un clima de desigualdad de género. Esta no pudo ser disminuida en las elecciones del 2021, según han referido las propias simpatizantes.
Mujeres se quedan con mayoría de candidaturas de municipios pequeños
#DandoData analizó los registros del Instituto Electoral del Estado (IEE) para comprobar que, de las 42 alcaldías que Morena ganó en 2021, solo 12 mujeres quedaron como presidentas municipales.
Se trata de los ayuntamientos de Coyotepec, Jolalpan, San Juan Atzompa, San Martín Totoltepec, San Miguel Xoxtla, San Inés Ahuatempan, Santa Isabel Cholula, Tenampulco, Tilapa, Tepeyahualco de Cuauhtémoc. Estas poblaciones oscilan entre los 975 y los 13 mil 389 habitantes, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En cambio, los más representativos son Izúcar de Matamoros y San Martín Texmelucan. En estos gobiernan Irene Olea Torres y Norma Layón Aarun, y existen 115 mil 738 y 80 mil 816 ciudadanos, respectivamente.
Estos municipios pertenecen a las regiones de la Mixteca, Valle de Atlixco y de la zona conurbada de Puebla capital. Destaca, también, que estas candidatas fueron elegidas, cuando más del 51% de sus habitantes son mujeres, de acuerdo con el censo.
Sin embargo, estas cifras manifiestan la brecha de género en Morena. El voto a favor de los hombres hizo que ellos ganaran 30 alcaldías. En contraste a las 12 espacios donde las mujeres fueron electas, pese a que el partido distribuyó las candidaturas por igual.
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“10 de cada 10 hemos sufrido violencia política”
Diversos grupos de mujeres dentro de la Cuarta Transformación poblana han advertido de esta brecha de género en Morena, pese a que los Estatutos Internos plantean una paridad del 50%.
En ese sentido, la ex edil de Puebla capital, Claudia Rivera Vivanco indicó que, a nivel nacional, hubo un análisis político dentro del partido. En este se descubrió que, al participar en un proceso interno, o competir por un cargo en 2021, diez de cada diez militantes mujeres sufrieron violencia política de género. Los ataques fueron tanto al interior de Morena como de otros partidos.
En consecuencia, siete de cada diez dijeron haber dudado en participar en algún proceso, mientras que tres de cada diez optaron por desistir, ante el miedo y las difamaciones. Esta situación permitió a los hombres reemplazarlas o vencerlas durante las pasadas elecciones, según explicó a CENTRAL.
Claudia Rivera detalló que la violencia política se reproduce principalmente en las zonas rurales del estado, donde imperan conductas machistas.
Ha habido municipios donde nos ha costado trabajo encontrar candidatas, porque, culturalmente, en algunos de estos lugares, no quieren dejarles su comunidad o hay grupos de hombres que no quieren dejarles la opción de participar”.
Consideró que otro factor que menoscaba la participación femenina es que las candidatas son juzgadas por su apariencia, generando una condición desigual.
A ello se suma la creencia de que las mujeres “no están a la altura de lo que demandan las circunstancias”, para un cargo partidista o público.
Esas frases trilladas, y también obsoletas, estereotipadas, que tenemos que hacerlas visibles y decir ‘No, acá estamos desde el inicio y hay compañeras que pueden ocupar esos espacios’. Es una tarea a nivel nacional que no se ha dejado de hacer”, comentó.
Subrayó que la solución es seguir trabajando desde una perspectiva feminista, identificando aquellos patrones de violencia machista que demeritan a las mujeres o las invisibilicen.
En la aspiración, o en el empoderamiento particular, ese es un trabajo que todavía nos falta por fortalecer y apuntalar, como parte de las tareas de formación política como parte del partido, porque es mucho más fácil, o es mucho más observado, que son más hombres los que levantan la mano que la participación de las mujeres”.
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