El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador llegó a la mitad de su administración sin cumplir dos de sus principales promesas de campaña: reducir los índices de inseguridad y los de pobreza para garantizar una mejor calidad de vida en el estado de Puebla.
Tan sólo entre 2018 y 2019, el último año de Enrique Peña Nieto y el primero de Andrés Manuel López Obrador, aumentó la incidencia delictiva 25.1% en Puebla. Esta tendencia también se observa al comparar la mitad de los dos gobiernos, pues al contrastar las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de 2015 y 2021 el aumento fue de 13.9%.
Igual que la inseguridad, también registró un aumento la pobreza, a pesar de que se invierten millones de pesos en la entrega de recursos por programas sociales a grupos prioritarios. De acuerdo con cifras del Coneval, en 2018 el 58% de la población en la entidad registraba carencias, mientras que en 2020 esta cifra pasó a 62.4% en el estado de Puebla.
La pandemia del coronavirus ha provocado una crisis económica de la que apenas se observan muestras de recuperación, pero incluso antes de que iniciara la emergencia sanitaria, en Puebla no hubo un repunte significativo en el rubro de empleo formal, pues sólo de 2018 a 2019 se crearon 10 mil nuevos puestos de trabajo, según cifras del IMSS.
Estos indicadores oficiales consultados por #DandoData muestran que el panorama en la entidad no ha tenido mejoras significativas en los primeros tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en los que Puebla también se ha rezagado en el acceso a recursos públicos federales.
#VIDEO #DandoData 📰🦉 Durante la primera mitad del gobierno de @lopezobrador_, las políticas públicas y estrategias para mejorar la calidad de vida, al menos en #Puebla, fracasaron.
— Periódico Central (@CentralPuebla) December 1, 2021
Vía: @elena_domse / @LeFerz pic.twitter.com/xV87FAcmGp
Incidencia delictiva se mantiene al alza y no solucionan el problema del huachicol
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que, en el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto la incidencia delictiva en Puebla fue de 61 mil 172 ilícitos por los que se abrió una carpeta de investigación.
Para el 2019, en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador esta cifra pasó a 76 mil 556 carpetas de investigación abiertas por distintos delitos. Entre un año y otro la diferencia fue de 25.1%.
Incluso, si se compara la mitad de ambos gobiernos, en el de Andrés Manuel López Obrador se registra un aumento de 13.9%, ya que, de enero a octubre de 2015, en medio de la administración de Enrique Peña la incidencia delictiva fue de 54 mil 615; mientras que, en la actual administración, de enero a octubre de 2021 fue de 62 mil 208.
De este modo, la estrategia para entregar programas sociales para pacificar al país no tuvo el resultado esperado, pues, aunque se han destinado miles de millones de pesos en estas acciones y la entidad ha sido la quinta más beneficiada, no ha impactado en una disminución de la delincuencia.
Otro de los problemas que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador no se ha logrado resolver, es el del huachicol. Si bien las tomas clandestinas por robo de combustible tuvieron una disminución, se dispararon las de gas LP.
Durante la administración de Enrique Peña Nieto las tomas clandestinas por el robo de gasolina alcanzaron cifras récord y aunque en la administración de López Obrador se redujeron a partir de implementar mayor vigilancia y estrategias como el cierre de ductos, se dispararon las del gas LP.
El aumento en las tomas clandestinas de gas LP se ha dado principalmente durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, pues en 2019 se registraron 916 tomas clandestinas, para 2020 fueron un total de mil 663, y sólo en el primer semestre de 2021 fueron 846 perforaciones.
Recientemente, el robo de gas LP provocó una desgracia en la capital del estado por una explosión en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, este incidente ocurrido por una toma clandestina cobró la vida de cinco personas de la ciudad de Puebla.
Tampoco mejora Puebla en materia económica, hay bajo crecimiento de empleo y más pobres
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta noviembre de 2018 que gobernó Enrique Peña Nieto, en Puebla se tenían 630 mil 303 empleos formales y hasta noviembre de 2019 la entidad sumó 640 mil 521 puestos de trabajo, apenas 10 mil más.
La pandemia del coronavirus no ha permitido un mayor crecimiento en los empleos formales y aunque este es un problema generalizado, Puebla se ha ubicado como las entidades con mayor rezago en la recuperación de estas plazas.
Al cierre de 2020, el estado de Puebla perdió 39 mil 172 empleos formales ante la crisis sanitaria del coronavirus, cifra que aún no se recupera.
De la misma forma, el estado de Puebla retrocedió en materia de desarrollo social, pues las carencias se aumentaron en vez de reducirse y así lo documentó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su última actualización.
Las cifras indican que, en 2018, todavía en la administración de Enrique Peña Nieto, el estado de Puebla tenía 3 millones 756 mil 300 personas en situación de pobreza y estas representaban al 58% de la población en la entidad.
Para 2020, ya transcurridos dos años de la administración de Andrés Manuel López Obrador estas cifras pasaron a 4 millones 136 mil 600 personas en situación de pobreza, que representaban el 62.4% de la población.
Las condiciones de pobreza en el estado de Puebla empeoraron y esto se reflejó en las condiciones de subsistencia de las personas, pues el mismo Coneval indicó que a siete de cada 10 poblanos no les alcanza para la canasta y los servicios básicos con sus ingresos.
