Para entender completamente la propuesta de Ley de la Industria Eléctrica (LIE) hay que tener antecedente de 3 puntos principalmente: la reforma energética del 2013, el actual mercado de energía eléctrica y a Iberdrola con sus contratos de ciclos combinados.
En el 2013 el gobierno peñista tuvo que hacer dos modificaciones constitucionales, al artículo 27 y 43, para poder dejar que particulares pudieran vender de forma directa a los consumidores mayoristas, o calificados, como en la ley se les llama. Es muy importante enfatizar que en esta reforma se definió por ley que CFE sería monopolio de la venta doméstica y minorista, este punto nunca ha estado a discusión.
La reforma constitucional del 2013 permitió que privados produjeran energía eléctrica para venderla al mercado de calificados directamente o pasarla al servicio de transmisión y distribución de CFE a un cierto precio. ¡En esto no hay nada de malo!
Actualmente hay más de 69 empresas registradas para la producción de energía eléctrica, que desde hace muchos años le venden luz a CFE o producen para auto consumo. De este grupo de empresas, más del 50% utiliza hidroeléctricas o termoeléctricas para la producción de energía, el 25% utiliza energías limpias y el otro 25 el modelo de ciclos combinados (uso de gas natural).
De igual forma, desde otro punto de vista de análisis, México tiene una producción de 70 Mega watts, de los cuales CFE produce el 52%, 26% otras empresas privadas y 21% es para auto abasto como Grupo México y Walmart.
Si todo está tan en orden, ¿cuál es el problema? Se llama Iberdrola, una empresa española que poco a poco se fue apoderando del mercado de electricidad, y a la fecha controla el 15% de la producción de energía eléctrica del País. ¿Lo pueden imaginar? Es muchísimo.
Iberdrola produce su energía a través de ciclos combinados, los cuales consisten en uso de gas natural y de algún derivado de petróleo (puede ser también combustóleo) para ofertar su producto. Con la reforma del 2013, Iberdrola logro colocar contratos de suministro a CFE a costos por arriba del precio de CFE, en donde hacía que esta paraestatal perdiera. Otro punto en disputa es la pérdida del 15 o el 20% de la energía producida por merma, la empresa española no tiene disposición de absorber esta pérdida natural por el comportamiento de su producto. Y para rematar, Iberdrola utilizó, igualmente la reforma energética, para comprar gas natural a un precio sumamente desventajoso para Pemex y así tener un costo de producción muy bajo. ¡Hizo negocio redondo!, pero en perjuicio de la Nación.
Iberdrola es el principal problema que tiene CFE y México, porque ningún otro particular se ha quejado de LIE, es más, saldrán favorecidos.
Iberdrola es lacónica de escrúpulos y ella misma se ha encargado en desinformar al público que la LIE es un ataque a las energías limpias, y omite comentar que el uso de gas natural o de algún derivado de petróleo, en sus plantas de ciclos combinados, también deja huella de carbono.
El mercado de energías limpias sigue abierto a recibir inversiones privadas, y ahí radica la oportunidad para incorporarse al mercado de producción de energía eléctrica.
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