Puebla, 26 de abril del 2024

Agnes Torres, lecciones de dignidad

Por Edmundo Velázquez / /
Agnes Torres, lecciones de dignidad
Foto: Central
CUENTA HASTA DIEZ

A casi 9 años de su muerte, Agnes Torres nos sigue dando lecciones.

Originaria de Tehuacán, Agnes sufrió discriminación en la Universidad de Veracruz cuando en su graduación insistieron en llamarla a recibir sus documentos por su nombre muerto, o dead name, una identidad que ya no era la suya.

En reclamo, Agnes Torres no pasó por los documentos en una verdadera cátedra de dignidad.

La solidaridad de sus compañeros de la carrera de Psicología Clínica provocó que nadie de su grupo aceptara sus documentos.

Años después, se volvió un referente para entender a la comunidad LGBT+ en Puebla. Hizo visible a la comunidad transgénero, la cual era estigmatizada incluso por otros miembros del grupo arcoíris.

Agnes daba lecciones de vida.

En la barra del Bar Fly, con la música de su entrañable amigo el DJ, Velvet Boy, daba lecciones de baile, de sensualidad. Vivía cada día como si fuera el último.

Cuando se le preguntaba si iría a la Marcha del Orgullo LGBT+ en Puebla, en la Ciudad de México o a la de algún lugar simplemente se reía. “Mi marcha del orgullo la hago todos los días”, respondía.

Agnes Torres daba lecciones de dignidad y también de democracia.

Las cosas sencillas pueden ser muy significativas en la vida de una comunidad. Yo creo firmemente que se puede cambiar nuestra vida democrática. Y democracia, yo no creo ni considero que sea una situación de ir a votar. La vida democrática no está condicionada por los legisladores, pero sí creo que podemos hacer cosas muy sencillas para lograr una democracia incluyente. Por ejemplo comenzar por la no discriminación”, dijo la activista en una entrevista realizada por Eduardo Giles hace ocho años.

En su breve vida la activista tuvo más conocimiento sobre lo que significa la democracia que muchos diputados que calientan curules en el Congreso de Puebla.

Este día, después de cinco horas de discusión, se aprobó en lo general la quinta versión de la iniciativa de la Ley Agnes.

La aprobación se dio con 34 votos a favor, cero en contra y seis abstenciones de la bancada panista y los diputados sin partido, Héctor Alonso Granados y Carlos Morales Álvarez.

Ahora la Ley Agnes es una realidad en Puebla y, con ella, según puede leerse en el recién creado artículo 875 Bis “cualquier persona puede pedir el levantamiento de una nueva acta de nacimiento para el reconocimiento de su identidad de género”.

Además, para el cambio de identidad no se requiere de alguna modificación estética, por lo que las personas trans no necesitarán de cirugías para cambiar su identidad en los documentos oficiales.

La euforia de la nueva ley debe ahora enfocarse en ubicar que también en Puebla debe de existir una tipificación del transfeminicidio.

El autor intelectual del transfeminicidio de Agnes Torres, Jorge F. Z., sigue en el penal de San Miguel.

Tres más involucrados ya tienen sentencia. Uno de ellos, menor de edad, ya incluso cumplió con su breve condena y camina libre.

El asesinato de Agnes Torres cumplirá nueve años el próximo 9 de marzo de 2021.

Ya tenemos la Ley Agnes.

¿Y la sentencia del último de sus asesinos? ¿Para cuándo?

VER: Agnes Torres ya tiene una ley con su nombre en Puebla, pero su asesinato sigue sin justicia

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