Puebla, 29 de marzo del 2024

Los Sinaloa y “El Perro”, un cuento muy contado 

Por Edmundo Velázquez / /
Los Sinaloa y “El Perro”, un cuento muy contado 
Foto: Central

Cuenta hasta diez

Quién sabe qué pasa, pero cada que Sergio Cortés, alias “El Perro”, regresa al penal de San Miguel en Puebla, se sueltan los demonios.

Bien raro.

Comienzan a circular versiones de muertes al interior al por mayor.

Aparecen narcomantas amenazando y hasta metiendo en el tema del penal al gobernador Miguel Barbosa.

Y aquellas cosas que comenzaban a controlarse entre la población general, vuelven a tener problemas.

Como si alguien estuviera interesado en el sabotaje.

Casualmente este hombre, que es parte del grupo delictivo de “Los Sinaloa”, regresó proveniente de un penal de Oaxaca.

Hace poco, “El Perro” retornó a San Miguel, seguramente vía amparo para mantenerse en esta jurisdicción.

Ahora “El Perro”, junto a los mal llamados “Sinaloas”, porqué son tan poblanos como los camotes, quieren tratar de llamar la atención del gobernador Miguel Barbosa a través de estos métodos poco ortodoxos.

Acusa a mandos policiales como a Saúl Gamboa, quien tiene meses de no ser parte de las filas de la Policía Estatal, junto con otros mandos que ahora también se encuentran congelados.

Vaya, desactualizado está.

Pero, a pesar de sus métodos, en la Secretaría de Gobernación, en la Secretaría de Seguridad Pública y en la Fiscalía General del Estado ya tienen bien ubicados a todos aquellos que aspiran a ser un cártel nacional copiándole su nombre.

Y a “Los Sinaloas” ya los tienen tan bien ubicados que es sólo es cuestión de tiempo para que poco a poco continúen desactivándolos, aunque “El Perro” insista en controlarla a larga distancia, claro, desde el Penal de San Miguel, donde, también, aspira a generar un autogobierno.

Parece que “El Perro” quisiera que volvieran aquellos tiempos en los que estaba cómodo con personajes como “El Gerber” y otros más que lo tenían consentido.

Así que, ya saben, si ven narcomantas –con muy buena caligrafía, por cierto– en las que involucren al gobernador y la primera línea de mando en SSP, ya saben de dónde vienen.

Patadas de ahogado, les dicen.