¿Qué llevó a una mujer con cierto poder en la estructura del narcomenudeo, que gobernaba al Mercado Morelos, a terminar dedicada al burdo y vulgar robo de rutas de transporte público?
Cuando se dio a conocer el aseguramiento de Jéssica N., alias “La Yecka”, más de dos arquearon las cejas porque había sido detenida en un robo a la Ruta 61 de transporte público.
Entre los organigramas que las áreas de Inteligencia del Estado, “La Yecka” tenía cierto nivel. Por así decirlo.
Las autoridades estatales y hasta las federales la tenían contemplada entre la estructura de la narcomenudista Carolina N. “La Patrona”.
Es su comadre incondicional y aparecía como “lugarteniente”, su mano derecha e incondicional.
Pero con el escape de “La Patrona”, quien se ha mantenido a salto de mata entre varios estados del centro del país, ha dejado en el olvido lo que quedaba de su estructura.
Sus secuaces le bajaron al nivel y simplemente se tragaron el negocio. Así es, se convirtieron en parásitos de en el ecosistema criminógeno de Puebla.
Y ahora viven con la adicción a las drogas.
“La Yecka” se volvió usuaria activa del veneno que vendía.
Su pareja, Omar Rojas, mejor conocido por estar detrás del Sonido Fania 97 —que fue evidenciado por tocar con equipo y luces robadas a la legendaria banda mexicana Café Tacvba—, así como “La Patrona”, la abandonó. Ambos la dejaron. Omar Rojas prefirió guardar bajo perfil y también no se le ha visto desde que sabe que está contemplado bajo investigación de esta estructura criminal.
Y “La Yecka” no tuvo más que buscar robar lo que pudiera para conseguir su dosis diaria de piedra.
En cuanto a “La Patrona”, una versión reciente se ha fortalecido.
Ella presume entre sus familiares, quienes aún tienen bastante presencia en Puebla Capital, de tener padrinazgos en el corazón del gobierno.
“Un padrino fuerte”, según decía. Este personaje fue quien también le hizo posible su Extreme Make Over con un cirujano plástico en el Hospital Ángeles.
Vaya usted a saber si esto es cierto o es solamente una de las tantas cosas que presume y que son falsas.
Como el poder de su estructura que se está cayendo a pedazos.
Porque ahora, su incondicional, su comadre, “La Yecka”, se convirtió en su principal delatora.
