Vialidad

#ArchivoNegro Así se ejercía la prostitución en la ciudad de Puebla, en los años 70s

- Foto: Salvador Rugerio

La noche del 7 de octubre de 1970, elementos de la policía municipal clausuraron una casa de citas que se ubicaba en el número 237 de la Diagonal Defensores de la República, el inmueble era propiedad de “Pacho López”, un expolicía judicial

Por Eloy Rodríguez Linares/@linares_eloy

/ Puebla, Puebla
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Una mujer explicó que vivía en condiciones de esclavitud porque “Pancho López” la obligaba a laborar toda la semana, por cada cliente le debía de pagar una cuota de 100 pesos, si pedía permiso para visitar a sus familiares tenía que desembolsar 200 pesos y, además, recibía un castigo

Francisco López, mejor conocido como “Pancho López”, era el dueño de varias casas de citas en la ciudad de Puebla, lugares donde también se comercializaban drogas. Gracias a una red de corrupción que involucraba a las autoridades del ayuntamiento de la Angelópolis, sus negocios estuvieron abiertos por mucho tiempo.

La noche del 7 de octubre de 1970, elementos de la policía municipal clausuraron una casa de citas que se ubicaba en el número 237 de la Diagonal Defensores de la República, el inmueble era propiedad de “Pacho López”, un expolicía judicial.

En el operativo, los policías detuvieron a 15 mujeres que ejercían la prostitución y a dos hombres que cuidaban el establecimiento. Sin embargo, los agentes no lograron capturar a “Pancho López” ni a Susana Villagómez, “Susy”, persona que se encargaba de administrar el negocio.
Tráfico de personas

Una de las mujeres que trabaja en el inmueble de “Pancho López” explicó que, al otro día, su jefe iba a pagar los 500 pesos que le cobraban las autoridades para que recuperará su libertad. Cantidad que su patrón la obligaría a rembolsar.

La mujer vivía en condiciones de esclavitud, porque trabajaba todos los días de 10 pm a 8 am, por cada cliente tenía que pagar una cuota de 100 pesos, le cobraban los cigarros y los refrescos que consumía, la obligaban a comprarle ropa a “Susy” a precios excesivos, si pedía permiso para visitar a sus familiares debía de desembolsar 200 pesos y, además, recibía un castigo.

En los años 70s, los traficantes de personas visitaban diferentes comunidades del interior del Estado para enganchar a jovencitas con el pretexto de ofrecerles un empleo como trabajadoras domésticas en diferentes ciudades del país.

Algunas de estas mujeres fueron vendidas a personas que eran conocidas como “La Gila”, “El Lagarto” o “El Zacatero”, sujetos que, en la Ciudad de México, eran los dueños de varios locales en donde se ejercía la prostitución.

VER: #ArchivoNegro: Así operaba la banda de “Los Ablandadores del Zacatero” en Puebla

Red de corrupción

Los propietarios de los establecimientos, en donde se ejercía la prostitución y se vendían drogas, disfrazaban sus negocios como loncherías o como casas de asignación; y, con sobornos, tramitaban amparos para que las autoridades no les cerraran sus locales.

“Pancho López” contaba con un intermediario que se ponía en contacto con Armando Ceballos Garduño, actuario del Juzgado Segundo delDistrito, para que le tramitará amparos en contra de cateos y clausuras a sus comercios.

Asimismo, Daniel Corona, funcionario del ayuntamiento de Puebla, le proporcionaba protección a “Pancho López” para evitar que las autoridades lo detuvieran por los delitos de tráfico de personas y de enervantes.

VER: #Archivo Negro: Disfrazaron un prostíbulo de lonchería en Puebla; esta es la historia de "Los Yucas"

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Doble giro

A la ciudadanía, estos comercios les causas muchas molestias, porque se encontraban a unos metros de escuelas, oficinas y templos religiosos, como la cantina que se disfrazaba de lonchería en la calle 7 Oriente y 2 Sur.

En varias ocasiones, los vecinos del Barrio de la Luz demandaron a las autoridades la clausura de la lonchería “Cheli”, establecimiento que vendía bebidas alcohólicas a unos metros de la escuela Federica M. Bonilla, al igual que la cantina ubicada entre la 4 y 6 Norte, cerca del Instituto José María Arteaga.

En el Barrio de El Alto, la lonchería “Puerto La Cruz”, era un local en donde se ejercía la prostitución y el escenario de constantes peleas, el establecimiento se situaba en la 14 Oriente 1006.

Con información de Luis Felipe Ceniceros de León y José Ávila, reportero y fotoperiodista del periódico El Sol de Puebla.

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