“Los Ablandadores del Zacatero” enganchaba a sus víctimas a través de jóvenes bien parecidos, quienes vestidos con ropa de moda y con autos último modelo seducían a jóvenes provincianas para después ofrecerles un empleo donde podrían ganar mucho dinero.
Fernando Barrón Montes de Oca y Luz María Guzmán García fueron acusados como enganchadores de tratantes de blancas por autoridades policiacas poblanas.
De acuerdo a la información que presentó El Sol de Puebla, el viernes 26 de febrero de 1971, Montes de Oca y Guzmán García tenían como su centro de operación el estado de Puebla.
Los dos sujetos pertenecían a la banda del célebre tratante de blancas de La Merced, Lázaro Mejía Flores, “El Zacatero”.
Luis Felipe Ceniceros de León, reportero de El Sol de Puebla, informó que las víctimas de esta banda de trata de personas se podían localizar en la calle Peñón de Toltecas, y en la de Prevención Social y Carteros, colonia Federal, del entonces Distrito Federal.
Ceniceros de León informó que la banda de “El Zacatero” logró que alrededor de 200 jovencitas provenientes de diferentes estados de la república, incluida Puebla, de entre 14 y 20 años, abandonaran sus hogares para dedicarse a la prostitución.
En los domicilios citados, las jovencitas víctimas son objetos de los que en el argot del hampa lleva el nombre de “ablandamiento”, lo cual consiste en someterlas a torturas, inducirlas a las drogas y humillarlas moralmente, con el objeto de obligarlas a dedicarse a la prostitución, en beneficio de los lenones”, detalló Ceniceros de León.
Padrote de La Merced
Lázaro Mejía Flores, “El Zacatero”, fue uno de los padrotes con mayor fama del barrio de La Merced, y en diversas ocasiones logró burlarse de la ley, explicó Mario, un ex tratante de blancas en una entrevista para el portal Vice.
Por otro lado, en una entrevista que el periodista de SinEmbargo, Humberto Padgett, realizó al activista Jaime Montejo sobre el fenómeno de la prostitución en La Merced, éste describió a “El Zacatero” de la siguiente manera:
(…) hace 50 años que los padrotes tlaxcaltecas generaron un cambio en el sistema de negocios y convirtieron la industria en asunto de familia. El caso más prominente fue el de Lázaro ´El Zacatero´, histórico padrote de La Merced en los años 70 iniciado por su madre. Era propietario de una cortina en que vendía zacates, pero este era una cubierta. Su negocio era el hotel El Avión, destruido en el temblor de 1985. Cuando escarbaron para construir departamentos encontraron huesos de mujeres y bebés”.
Sesiones de ablandamiento
En la banda de “El Zacatero”, Fernando Barrón Montes de Oca, con ficha policiaca 77029, del 28 de octubre de 1965, y Luz María Guzmán García, con ficha policiaca 79914, del 9 de octubre de 1967, se encargaban de la tarea del “ablandamiento”; después, las víctimas eran vendidas a los prostíbulos.
El modo de operar de esta banda de enganchadores consistía en que jóvenes bien parecidos, con ropa de moda y con autos último modelo seducían a provincianas, luego les ofrecían un empleo donde podrían ganar mucho dinero.
La joven víctima ya no tiene escapatoria, pues siempre el lenón encuentra la forma de conseguirle un gigoló (vividor) que continúa la labor de los miembros de la banda que realizaron el <<ablandamiento>>”, explicó el reportero de El Sol de Puebla.
Otros Enganchadores
El 7 de abril de 1971, Luis Felipe Ceniceros de León informó que habitantes del municipio de Teziutlán pedían a las autoridades clausuraran el cabaret “Playa Azul”, propiedad de Adalberto Daza, “El Pelón”, debido a que el establecimiento servía de fachada para el tráfico de mariguana y la trata de blancas.
Se señala que el prostíbulo ´Playa Azul´, del que es propietario Daza, sirve de disfraz y de contacto para las sucias actividades de este sujeto, y que él tiene mucho que ver con las desaparición de centenares de jóvenes que han sido obligadas a trabajas en lenocinios de la capital de la República y de algunas ciudades fronterizas”, señaló Luis Felipe Cisneros de León.
El reportero de El Sol de Puebla detalló que las autoridades estatales calculaban que cerca de100 menores de edad desaparecían cada mes, y de estas,un 40 por ciento eran provenientes de la Sierra Norte.
Asimismo, El Sol de Puebla comunicó el 16 de agosto de 1971 que el tratante de blancas poblano Francisco Villegas, “El Jarocho”, fue el responsable de secuestrar a 20 menores de edad que obligaron a trabajar en un prostíbulo clandestino de la ciudad de Toluca.
Conforme se desprende de las informaciones proporcionadas a EL SOL DE PUEBLA por algunos agentes que han investigado las actividades de los tratantes de blancas, se indica que la casa en donde se encuentran secuestradas las jóvenes, todas ellas con edades fluctuantes de los trece a los 21 años de edad, se encuentra ubicada en Toluca, atrás de la gasolinera ´Jet´ ”, explicó Luis Felipe Cisneros de León.
“El Jarocho” era dueño de los centros nocturnos que se ubicaban en Tamarindo 8, colonia Arboledas de Guadalupe, en la colonia La Libertad, privada de la 78 poniente, número 708; y, uno más en la 50 Poniente 505, que se presumía estaba asociado con un ex inspector de la policía estatal.
Además, “El Jarocho”, en diversas ocasiones fue acusado por ser la persona que surtía de menores a prostíbulos como los de Gila Morena, en Azcapotzalco, entonces Distrito Federal, y el de Lázaro Mejía Flores “El Zacatero” en el kilómetro 14 y medio de la carretera México-Puebla, pero por la protección que gozaba de altos jefes policiacos, en las ocasiones que fue detenido, sin problemas recuperó su libertad.