La base del ilusionismo es MANIPULAR a las personas para hacerles creer que la realidad que se presenta es diferente. Para ello, un ilusionista basa su espectáculo en una serie de sorpresas que generan por supuesto distracciones, que permiten entretener a la gente en este proceso de construir una realidad distinta.
Con este antecedente me gustaría analizar el discurso del presidente y de esta manera presentar la forma en la que muchos medios colaboran en este acto de ilusionismo.
Representemos nuevamente la escena, el presidente en medio de una crisis producida por el COVID -19, siendo el ojo del huracán de la opinión pública al no existir para ésta una clara estrategia acerca de la dirección que las políticas públicas deberían tomar no solo en el tema de salud sino también en lo económico y social, en plena rueda de prensa saca un kit de amuletos para referir la protección que el primer mandatario tiene ante el Coronavirus y muchos más.
El acto de ilusionismo comienza en ese momento y se concreta cuando los medios muerden el anzuelo, y en lugar de darle importancia a muchos de los otros temas mencionados en la conferencia y que se relacionan directamente con esta situación, se toma un hecho chusco y se lleva a primera plana.
Si analizamos el discurso en este año lleno de crisis, el mandatario se la ha pasado diciendo un sinfín de disparates, y sin replicar en este texto lo viable o no de las acciones de gobierno apeguémonos al simple discurso, la manera de decir las cosas, la forma en la que nos contó por ejemplo, generando polémica y discusión el nombre del sorteo llamado “avión presidencial” ¿no fueron los medios quienes nuevamente mordieron el anzuelo y llevaron un mensaje distorsionado y maquiavélicamente elaborado para que generara la confusión que intencionalmente se construyó? He de reconocer que las estrategias del presidente son muy finas y limpias para producir este efecto, sutiles para que la aparente noticia sea una declaración cada vez más loca e irreal y sea menos la atención que deberíamos tener a los muchos temas y cuestionamientos que se pronuncian en la “mañanera”.
Hablemos de la “fuerza moral del presidente”, ¿qué otro asunto se pudo llevar los titulares con esta mención?, ¡No existen políticas de protección para el primer mandatario ante el coronavirus!, lo confirma declaración de responsable de salud en este tema vs. ¡el presidente es una fuerza moral y no de contagio!
No voy a criticar en este texto los hechos históricos que la prensa debería estar presentando para debatirlos en la opinión pública ni el objeto de estas distracciones, apelo a la responsabilidad y al criterio que debemos tener para comprender el juego de este discurso, de la ilusión de la cual los medios son partícipes creyendo que la nota es el disparate mencionado por el presidente y sus colaboradores, la verdadera noticia sigue en espera de poder llegar a los titulares y a la opinión pública. Pido a la prensa, no caer en este juego y obligar a las autoridades a actuar por el peso de la exhibición de sus actos y las acciones realizadas tras este juego y entonces sí...juzguemos el hecho histórico con todo el peso de una sociedad informada y con un pensamiento crítico enfocado en lo que realmente es noticia.
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