26 de Abril del 2024

La denuncia que busca terminar con la carrera política de Claudia Rivera

Por Viridiana Lozano / /
Guía para irreverentes

La carrera política de la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera, está en riesgo. Ser denunciada por “violencia política en razón de género y discriminación” es bastante grave sobre todo cuando se trata de una presidente que ha ponderado en su discurso la igualdad de la mujer.

A la redacción de CENTRAL llegó la mañana de ayer jueves la denuncia ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) que ha presentado una de sus exempleadas, Yasmin Flores Hernández, excoordinadora Ejecutiva de la Consejería Jurídica de Presidencia.

Para quitarla de un área de tal importancia le fue encomendada la tarea de operar la reconciliación con los alcaldes de Juntas Auxiliares, operación que —ya todos sabemos— resultó en un completo desastre en el cual incluso los ediles subalternos emitieron posicionamientos y oficios en contra de la alcaldesa por su olvido y falta de recursos para obra.

Hablemos con la verdad: se trataba de una operación política electoral con miras a la reelección de la alcaldesa de Puebla.

La denuncia que esta casa editorial ha revisado a detalle podría terminar dejando a Claudia Rivera y a su alfil, René Sánchez Galindo, sin futuro político.

Más allá de los dichos de Flores Hernández, de haber sido denostada por su género, hay una prueba irrefutable: que por “ser mujer” su sueldo fue menor al de sus compañeros hombres Javier Palou y Andrés García Viveros, quienes estaban a su mismo nivel jerárquico.

Pero dejen que les cuente rápidamente. Yasmín Flores ocupaba la Coordinación Ejecutiva de la Consejería Jurídica de Presidencia, fue —según relata en su denuncia— obligada a firmar su renuncia voluntaria el 28 de mayo, la petición fue hecha directamente por Claudia Rivera con el argumento de que se necesitaba “carácter de un hombre” para el cargo.

Le dieron entonces el cargo de coordinadora Ejecutiva de Proyectos Estratégicos. Y su primera tarea fue operar con los presidentes auxiliares. Según le dijo la alcaldesa: “aquí te necesito como mujer”. Yasmín Flores sugiere en su denuncia que fue porque 16 son hombres y se le dio a entender que sería más fácil acercarse a ellos.

El 17 de julio se negó a firmar el acta de entrega-recepción de su primer cargo y el hostigamiento comenzó. Ese día la siguió un auto que después supo estaba adscrito a la secretaría de Gobernación de René Sánchez. Le pareció tan amedrentador que presentó la denuncia ante la Fiscalía General de Puebla.

Unos días después, la propia Rivera, según dice, la intentó obligar la adscripción de un conjunto de autos con fecha retroactiva al 16 de julio a otras áreas, y ahí estaba justamente el auto que la había seguido. ¿Para qué? Para librar a Sánchez Galindo de cualquier responsabilidad.

El 12 de agosto fue enfrentada con medio gabinete y los alcaldes auxiliares en Cabildo por el audio que se había filtrado y porque su operación había fracasado a lo que esperaba Rivera. Fue evidenciada y se vio obligada a abandonar la reunión en medio de un sonoro aplauso por parte de los presentes para la alcaldesa.

Todo esto, con audios, fotografías, pruebas documentales y versiones estenográficas obran en la denuncia de Yasmín Flores ante el IEE y que, de proceder, dejarán a Claudia Rivera sin la posibilidad de contender por la relección ni por algún otro puesto de elección popular y bajo el peor de los cargos: “violencia política y discriminación en contra de una mujer”.

Ahora, según me dicen mis fuentes, todo esto se pudo haber evitado, pues no fue más que consecuencia de una serie de errores en la negociación. Le quitaron a Yasmín Flores la Coordinación Ejecutiva para mandarla a “asuntos sin importancia” y terminaron metiéndola en el delicado tema de las juntas auxiliares.

La “persecución” fue porque a René Sánchez Galindo le dieron el pitazo de que estaba en una comida personal en horas laborales y, como necesitaba un pretexto para deshacerse de ella, tuvo la “grandiosa idea” de mandarla a seguir y tomarle fotos. Pero obviamente tiene nula experiencia en espionaje porque usaron un vehículo y personal adscrito a su dependencia.

La exempleada tiene ahora decenas de fotos del automóvil y hasta videos que constan cómo dio varias vueltas en la misma calle donde ella se encontraba.

Sánchez Galindo lo que quería era ofrecerle su cabeza a Rivera y terminó con una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por amenazas, que, con la documental presentada, seguramente prosperará. Y todo por una tontería.

Le han puesto en bandeja de plata a su grupo opositor la mejor carta para negociar.

¿Quiere seguir con su futuro político y contender por una diputación federal, desistir por supuesto de la relección, o quedar fichada y perderse en el inmenso mar de la política una vez que termine su administración?

VER: Empleada del Ayuntamiento de Puebla denuncia por violencia política de género a Claudia Rivera y a René Sánchez

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