El líder nacional del PAN, Marko Cortés le dio hasta el lunes a Lalo Rivera para decidir si irá o no en la contienda por la presidencia municipal de Puebla.
Las condiciones que puso sobre la mesa son: aceptar la alianza con el PRI y PRD, la repartición de espacios en regidurías, diputaciones locales y federales, en los distritos de la capital.
Rivera tendrá que aceptar esa propuesta que “incluya todos” o llevar una contrapropuesta que garantice la unidad del partido. Claro, tiene una tercera opción: declinar a contender por la alcaldía de la capital.
El lunes es la fecha límite porque ese día la Comisión Permanente decidirá quiénes encabezarán las candidaturas a las diputaciones federales.
El planteamiento que presentó Marco Cortés fue entregar tres diputaciones locales al grupo de Lalo Rivera, tres al grupo de Genoveva Huerta, y una a la alianza, en cuanto a la capital.
En cuanto a los distritos federales de la capital, tres serían para el PRI, y solo uno para Acción Nacional.
Sobre su planilla, el tema más importante para Rivera, tendrá que entregar al grupo de Genoveva Huerta cinco posiciones, tres a la alianza y el resto serán suyas.
Le permitirán mantener la mayoría en el Cabildo, la que tanto sufrió en tiempos del morenovallismo.
Rivera no quiere aceptar la alianza con el PRI y el PRD, pero la encuesta que ha hecho el comité nacional ha revelado que es lo más conveniente pues les suma 9 puntos, esenciales para el triunfo o la derrota.
Pero todos los demás pugnan porque se concrete la alianza: Genoveva Huerta, Jesús Zaldívar, Mario Riestra, Jorge Aguilar... en fin.
Como ya les había contado, está en manos de Lalo.