25 de Abril del 2024

No a las cuotas escolares

Por Viridiana Lozano / /
Guía para irreverentes

En las últimas horas, padres de familia de todo Puebla han recibido en sus correos electrónicos los requisitos de las escuelas públicas para la inscripción o reinscripción de sus hijos.

Ha sido casi como si recibieran un requerimiento del SAT. En plena crisis, las instituciones piden de mil a 2 mil 500 pesos ¡obligatorios!, para aceptar a sus hijos en el ciclo escolar que, además, iniciará a distancia.

Desde hace años que las cuotas escolares se han convertido en el gran negocio de las instituciones públicas. En el mejor de los casos, un grupo de padres de familia arma un “concejo”, recaban el dinero y se rinden cuentas entre ellos.

En los peores, son los directores los que se quedan con los recursos sin que nadie los fiscalice. Así el caso de la Secundaria Técnica 43, en donde el comité de padres ya hasta se desapareció.

La ley dice que las cuotas deben de ser voluntarias y por acuerdo entre los padres de familia. Las escuelas no obedecen, los correos enviados a los padres enlistan los requisitos para el ingreso y, entre ellos, está la ficha del depósito de su cooperación.

Además, los pagos deben estar cubiertos esta semana.

Las cuotas escolares deben desaparecer. Primero por el momento en el que vivimos, estamos en una pandemia que ha dejado —hasta el último corte del INEGI— a 40 mil poblanos sin empleo, y hablamos sólo de los registrados ante el IMSS.

Segundo porque ¡para qué se pagan cuotas si la educación será a distancia! ¿En qué se van a gastar el dinero? Pintura, nuevas canchas, pizarrones, televisiones, más salones, todo eso puede esperar, porque nadie irá a la escuela hasta que el semáforo epidemiológico pase a color verde, tal vez eso ni siquiera suceda este año.

Pero lo más importante, las cuotas deben desaparecer hasta en tanto no exista un sistema eficaz de la fiscalización de los recursos que garantice su uso y que además no obligue a los alumnos a entregarlas.

Las fichas de pago que se piden actualmente se deben entregar con la matrícula y el nombre de los alumnos. Una escuela primaria, con 30 alumnos por grado, con tres grupos al menos por cada grado, con una cuota de mil pesos por cada uno, recaudaría medio millón de pesos.

Claro, la SEP dice que las escuelas tienen necesidades que los padres de familia se ponen de acuerdo para cubrir, pero la recaudación y la contratación o compra de lo que se decida se hace en total discreción.

Las cuotas son un negocio que las escuelas públicas no están dispuestas a abandonar, ni siquiera por la pandemia.

VER: Escuelas públicas cobran más de mil 500 pesos en cuotas y exigen su pago para la inscripción

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