26 de Abril del 2024

¿Por qué esconder un feminicidio?

Por Edmundo Velázquez / /

 CUENTA HASTA DIEZ

El caso de Eloina Esther, la enfermera de 24 años de edad encontrada sin vida el 7 de enero en un departamento de Xilotzingo, en la capital de Puebla, resultó ser confirmado por el propio fiscal Gilberto Higuera Bernal, como un asesinato.

En el lugar de los hechos los empleados de la Fiscalía General del Estado que realizaron el levantamiento del cadáver se adelantaron a la necropsia.

Dijeron que la enfermera, quien cumpliría 25 años de edad el 9 de enero, había tomado una sobredosis de medicamentos psiquiátricos para suicidarse.

La versión se propagó a pesar de que no había aún necropsia.

Pero, en el lugar, la hermana de la joven originaria de Chiapas, advirtió que faltaba un automóvil.

Además los vecinos reportaron que en el lugar merodeó un hombre identificado como pareja sentimental de la enfermera.

A esto se suma que la zona en específico en donde se localiza el departamento dentro del que se encontró la joven enfermera, cuenta con una caseta propia de vigilancia ya que esa calle se hizo privada y los propios vecinos eran muy celosos de su seguridad.

Así que a ese sitio solamente pudo haber entrado alguien que contaba con pase directo, llaves o una persona de confianza para uno de los inquilinos.

Días después, contrario a lo dicho por los empleados de Fiscalía, el titular de la dependencia admitió en una entrevista que el caso se investigaba como un asesinato.

Pero para eso fue necesario que varios medios de comunicación cuestionaran las versiones iniciales, las contrastaran con los primeros respondientes e indagaran con vecinos.

El primer feminicidio registrado en Puebla sigue sin ser aclarado por las autoridades estatales, a pesar de que a todas luces hay un hombre señalado y “las investigaciones están muy avanzadas”, según dijo Higuera Bernal.

¿Pero por qué inicialmente los funcionarios públicos lo quisieron esconder y hasta mostraron recetas médicas?

¿Por qué negaron que el cuerpo tenía marcas de violencia y el sitio estaba revuelto?

¿Así nos ocultan más casos?

En total, durante este 2020 se han registrado dos feminicidios, el de la enfermera Eloina Esther y el de una madre de familia, Adriana, en Tehuacán, a quien la mató su pareja sentimental frente a su hija. A estos dos registros se suma la confirmación de un tercer caso, el de la joven Diana Celina, quien desapareció desde el 20 de diciembre del 2019.

La Fiscalía General del Estado confirmó que la joven fue asesinada por su compañero de trabajo, Sergio Alonso, quien le quitó la vida en el fraccionamiento Paseos del Bosque, en Puebla. Después se deshizo de su cuerpo en la Autopista del Sol, ya en Guerrero. Su cadáver fue hallado en el poblado de Quetzalapa. El feminicida se quitó la vida días después en Huitzuco.

El que se escondan los casos, se difunda información inexacta a través de filtraciones o simplemente se nieguen, salen a la luz tarde o temprano.

Este día PÁGINA NEGRA presenta un conteo de las jóvenes desaparecidas desde finales del 2019, nueve en total, de ellas 3 al menos fueron localizadas y regresaron a sus casas.

La cuarta, Diana Celina, fue encontrada sin vida.

Todavía restan cinco más casos sin aclarar.

Ojalá puedan volver con sus familias.

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