Este cinco de mayo de 2019, los poblanos echaron la casa por la ventana y celebraron los 157 años de la batalla contra los franceses para defender el territorio nacional de la política expansionista de Napoleón III.
Y como cada año, los poblanos no dejan de celebrarlo a lo largo y ancho de la ciudad, ya sea con la Feria de Puebla en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, el Festival Cultural 5 de mayo o el increíble desfile cívico- militar, sobre la avenida que lleva el mismo nombre.
Desde las 6 de la mañana, nuestros nobles ciudadanos salieron de sus casas preparados con sombrillas, sombreros, banquitos y todo lo necesario para disfrutar de dicho evento, que atrae la atención de gente local y algunos turistas.
Poco a poco, las gradas comenzaron a llenarse, así como las sillas que rodeaban la calle que para sorpresa de todos, no fueron rentadas como en años anteriores, y su costo llegaba a ser excesivo, alcanzando los 100 o 300 pesos. Este año el gobierno se adelantó y puso a disposición de la población los asientos que no tuvieron ningún costo.
Cerca de las 9 de la mañana, ya se percibía la presencia de miles de personas que esperaban ansiosos la llegada de los cuerpos policiales, militares y civiles que hacen homenaje al estado de Puebla.
Nosotros venimos cada año a mirar el desfile, ya se ha vuelto una tradición”, mencionó uno de los asistentes, que junto con esposa y su bebé en brazos, esperaban a que el evento diera inicio mientras comían una rica memela de salsa verde y con queso.
Hubo quien no necesitó de las sillas o las gradas, ya que decidieron acampar en un pequeño trailer, cerca de donde se llevaba a cabo el evento y del cual se sujetaba una lona para evitar los rayos directos del sol, incluso equipados con una hielera y bebidas refrescantes, no tuvieron que soportar los empujones de la gente en la parte inferior.
Los ambulantes también tuvieron sus cinco minutos de fama
A todo esto se unieron los vendedores ambulantes, que mientras no se distinguía si la marcha ya había comenzado o no, ellos aprovecharon para poner a la venta toda clase de cosas, desde chalupas, carnistas, garnachas, dulces, raspados, aguas de sabor, sombreros, lentes de sol, sombrillas y muchas cosas más.
Debido a que eran los únicos ocupando el espacio exclusivo para el desfile, entre bromas, empezaron a actuar como los protagonistas del evento y saludaban desde lejos a quienes observaban del otro lado de la valla, quienes vitoreaban a lo grande a estos grandes teloneros.
Al encontrarse esperando por horas, el público no tuvo más remedio que degustar uno de estos antojitos o simplemente ceder con el señor de las sombrillas, para cubrirse del sol, que a esa hora ya empezaba a sentirse bastante abrumador.
Tan sólo unos minutos después, se podía ver como una avalancha de vendedores corría desesperadamente hacia la salida ubicada en la 18 poniente, pues el desfile ya había iniciado a la altura de Plaza Dorada y los elementos de seguridad se dieron a la tarea de despejar la zona, lo que causó tremendo alboroto para evitar ser golpeados por los puestos sobre ruedas, aunque también muchos iban asegurándose de que su mercancía estuviera bien resguarda.
VER: Ambulantes, los teloneros del Desfile del 5 de Mayo y de los más ovacionados
Sin embargo, ni el público ni los vendedores se quedaron callados y comenzaron a gritar consignas a los cuerpos policiacos y después de que la zona estuvo despejada, todo volvió a la normalidad y cada quien pudo dedicarse a los suyo.
Algunos afortunados no tuvieron que gastar ni un peso en comprar una sombrilla para atajarse del calor, pues Agua de Puebla, la empresa concesionaria que provee los servicios de agua potable en la ciudad, quiso quedar bien con todos y se puso a regalar decenas de sombrillas a lo largo de la avenida principal.
VER: Para limpiar su imagen, Agua de Puebla regala sombrillas en el desfile del 5 de Mayo
Gritos y aplausos para quienes conformaron el contingente
Había llegado el momento esperado, la música se escuchaba a los lejos y las calles se llenaron de alegría y color. El desfile comenzó exactamente a las 10 de la mañana, algo que los asistentes agradecieron mucho. Cerca de 10 mil personas participaron a lo largo de este increíble despliegue. A la cabeza de esta marcha se encontraban los grupos del ejército, marinos y policía militar que sostenían sus banderas para distinguirse de los demás contingentes.
Enfermeras militares, grupos de primeros auxilios, de rescate y protección contra desastres le siguieron paso al primer grupo, quienes exhibieron los grandes autos, camiones y tanques blindados que utilizan para proteger al país de la delincuencia.
Las escuelas se hicieron presentes gracias a los miles de alumnos que destilaron creatividad y actitud, entre los carros alegóricos y la vestimenta que presumieron ante todos. Hombres y mujeres mostraron su mejor sonrisa ante las amigos y familiares que asistieron solo para verlos y gritarles porras de ánimo.
Los carros alegóricos son la mayor atracción cada año, es por ello que el trabajo y dinero que se invierten ellos, debe ser reconocido y recompensando por todos. Desde animales fantásticos como los alebrijes hasta los ajolotes originarios de México, brindan identidad y aceptación de la cultura poblana en todo el mundo.
La representación de los voladores de Cuetzalan, una caravana que puso en alto el nombre de Zapata y el carro que enaltece que este 2019 sea el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, fueron de los más importantes, grandes y mejor hechos que se vieron durante toda la mañana y que dejaron con la boca abierta a los poblanos.
Las danzas, bailes, música regional y los trajes típicos de cada municipio del estado, no podían faltar, en especial el Ejército Zacapoaxtla, quien jugó el papel más importante durante esta batalla histórica contra el ejército francés.
Las fechas conmemorativas sobre batallas heroicas no siempre tienen un final feliz. Sin embargo, hay que reconocer que esta gesta histórica, forma parte de la identidad de todos los poblanos.