19 de Abril del 2024

Retirar la concesión del agua sin análisis provocaría una crisis en Puebla

Por Osvaldo Macuil / /

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Tras la elección del 1 de julio y el triunfo de Luis Miguel Barbosa, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se unificó desde todos sus frentes para iniciar la batalla y retirar la concesión a Agua de Puebla para Todos, uno de los tantos males que heredó el morenovallismo y que aquejan a los poblanos.

Aunque tienen de su lado a la mayoría de los habitantes de Puebla y la zona conurbada, antes de concretar el rescate se deben realizar estudios a fondo, o de lo contrario se tendrá una crisis del servicio y los únicos afectados serán los usuarios.

El contrato que difundió la semana pasada el diputado del Partido del Trabajo, José Juan Espinosa confirmó que el exgobernador Rafael Moreno Valle entregó en charola de plata la concesión para que el consorcio tuviera ganancias multimillonarias.

En el título de concesión se estableció que la firma ganaría 173 mil millones de pesos, las multas por irregularidades son irrisorias y se hicieron modificaciones para ampliar los plazos en los que se tenían que realizar las inversiones de infraestructura prometidas.

El gobernador electo, Luis Miguel Barbosa, el presidente del Congreso, Gabriel Biestro, y la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera ya le declararon la guerra a la concesionaria y parece inminente el rescate del servicio por parte del Estado.

Pero antes de que ello ocurra, se debe garantizar que el Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) tiene la capacidad para prestar el servicio sin afectaciones a los poblanos.

El gobierno de Puebla debe tener un Plan B en el que se incluya una planilla de trabajadores tanto administrativos para la atención en cobros y quejas, como operativos para solucionar las fallas del servicio.

En este Plan B, la administración estatal tiene que garantizar el funcionamiento de los pozos de agua, que no colapsará el drenaje, e inclusive que tienen capacidad para cobrar las 450 mil cuestas registradas solamente en la capital.

Algunos expertos refieren que en caso de retirar la concesión, de facto la ciudad de Puebla perdería el 60% del suministro de agua, ya que este porcentaje es extraído de pozos de Xoxtla o Nealtican.

Sin Agua de Puebla para Todos, cada Ayuntamiento se haría cargo del servicio y no estaría obligado a permitir que otros municipios utilicen el agua que se genera en su región.

No solo es retirar la concesión solo por revanchismo político y terminar con el pésimo legado del morenovallismo. No hacer un balance completo y pensar con el hígado provocará una crisis de agua en Puebla y su zona conurbada que dejaría con peor imagen a los gobiernos de Morena que a la misma Agua de Puebla o Concesiones Integrales.  

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