Han pasado 365 días desde que el estado de Puebla sucumbió ante el sismo del 19 de septiembre de 2017. Los trabajos de reconstrucción han durado 8 mil 760 horas y aún no culminan. En las poblaciones de la Mixteca, el Valle de Atlixco y la capital poblana, la gente recuerda como si hubiera sido ayer cuando la tierra crujió y dejó en ruinas sus hogares.
CENTRAL hizo una cobertura especial de las poblaciones y municipios que resultaron más afectados por el movimiento telúrico de 7.1 grados que dejó sin hogar a miles de familias y que ahora viven con la angustia y miedo de que vuelvan a ser sacudidos. A muchos de ellos no les quedó nada y han tenido que empezar desde cero sus vidas.
27 mil 782 viviendas resultaron dañadas, de las cuales 2 mil 352 fueron pérdida total, 8 mil 114 sufrieron daños parciales y 15 mil 932 daños mínimos; 45 personas perdieron la vida y en total 112 municipios poblanos tuvieron afectaciones entre ellos Atlixco, Jolalpan, Chietla, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros, Huaquechula, Atzala y la capital poblana.
En Atzala 14 personas murieron aplastadas cuando se colapsó la cúpula de la Iglesia de Santiago Apóstol cuando bautizaban a dos niñas. Dicho templo no ha sido intervenido pues no alcanzan los recursos del seguro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los habitantes de Chietla argumentan que el gobierno federal no les entregó completos los recursos a las viviendas que sufrieron daños parciales, pues les prometieron 25 mil pesos y dicen que solo les dieron 15 mil. En tanto, en Izúcar de Matamoros el único inmueble que levantaron en menos de un año fue el Centro Escolar Lázaro Cárdenas.
El gobierno federal entregó casas de papel en Pilcaya, junta auxiliar de Chiautla de Tapia y en el municipio de Jolalpan, pues todas las viviendas en ambas poblaciones tienen goteras y filtraciones de agua, además que sus muros son de 5 centímetros de grosor, las puertas fácil de abrir y fueron hechas sobre un nylon y mallas metálicas.
Algunas familias de Metepec viven en casas de campaña instaladas sobre los camellones. A otras familias el gobierno del estado les construyó casas de lámina y los 600 alumnos de la primaria Belisario Domínguez estudian en aulas móviles colocadas en el Centro Deportivo. En Atlixco, la Parroquia de Nativitas no cuenta con recursos para ser levantada, por lo que el párroco Jesús Genis hizo adecuaciones a las canchas de basquetbol del lugar para celebrar sus misas.
Finalmente, en la capital poblana solo fueron restaurados los inmuebles turísticos del Centro Histórico. Fueron los empresarios, comerciantes y propietarios de casonas del Centro Histórico los que avanzaron rápidamente con la reconstrucción y la recuperación de sus espacios.
La tragedia en Atzala
Aquel martes justo a las 13:14 horas una familia celebraba el bautizo de las niñas más pequeñas de su hogar en la Iglesia de Santiago Apóstol en este municipio, cuando la tierra comenzó a tronar y sacudió a la Mixteca poblana. El temblor ocasionó que la cúpula del templo católico colapsara aplastando a 14 personas.
La iglesia sigue intacta, ni siquiera han recogido los escombros y se mantiene cerrada, pues están a la espera de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) libere los recursos para su reconstrucción, pero como fue el inmueble religioso que resultó más dañado en la entidad poblana es compleja su restauración.
VER: A un año de la tragedia del 19-S, la iglesia de Atzala sigue en ruinas
En Chietla e Izúcar la gente argumenta que el gobierno les quedó a deber dinero
En Chietla la reconstrucción de los 800 inmuebles afectados parecería que lleva un gran avance, es uno de los municipios en los que en 365 días hay más casas levantadas y en todas las calles se observa a gente trabajando, pero solo es un maquillaje, pues los propietarios de viviendas que sufrieron daños parciales argumentan que no les han dado los recursos completos, ya que les prometieron 25 mil pesos y solo les dieron 15 mil.
En tanto, en Izúcar de Matamoros el único inmueble que fue reconstruido en menos de un año fue el Centro Escolar Lázaro Cárdenas, puescon ayuda de CEMEX en unos cuantos meses, el gobierno del estado logró poner de pie un edificio completamente nuevo. Sin embargo, el Centro de esa población aún sigue con los estragos del sismo.
VER: Doce meses de reconstrucción en Chietla y no terminan, el sismo del 19-S los dejó en la ruina
Pilcaya y Jolalpan, los pueblos de las casas de papel
Mientras miles de damnificados piden ser contemplados para que el gobierno les reconstruya sus viviendas o les haga una nueva, en Pilcaya, junta auxiliar de Chautla de Tapia y en el municipio de Jolalpan, la gente quedó decepcionada de las casas que les entregó, pues todas presentan goteras, filtraciones de agua, los muros son de 5 centímetros y son atractivas para la delincuencia, pues resultan fáciles de abrir.
En Jolalpan el gobierno de la República construyó 151 viviendas a cargo de la constructora MÍA. Los afectados pusieron el terreno, en el caso de los que tenían escombros los retiraron, la empresa puso un nylon, una malla metálica, echó el colado, colocó tres castillos para sostener las estructuras, el techo es de unicel y solo lo taparon con cemento.
Por su parte, en Pilcaya las familias optaron por construir las casas con sus propios recursos y dejar las que el gobierno federal les entregó, pues consideran que son muy frágiles, pequeñas y no podrían resistir un sismo.
Las calles de Metepec han dado cobijo a los damnificados y en Atlixco la iglesia no ha sido reparada por falta de recursos
Las familias de Metepec, junta auxiliar de Atlixco viven en las calles. Sobre uno de los camellones principales han instalado sus casas de campaña, como en el caso de la señora Maribel Pérez y los cinco integrantes de su familia, quienes recibieron una casa de campaña por parte de la presidenta del DIF Estatal, Dinorah López de Gali.
Maribel recibió 90 mil pesos de los 120 mil que le prometió el gobierno federal, pero con eso solo le alcanza para comprar los materiales de construcción, mientras que tendría que juntar para la mano de obra, lo que representa el gasto más fuerte.
En tanto, al señor Javier el gobierno del estado le construyó una casa de lámina en la que solo cabe una cama matrimonial y una mesa. En este pequeño espacio viven desde hace un año él, su esposa y sus cuatro hijos.
Pero además los alumnos de la primaria Belisario Domínguez que suman 600 niños, tienen que estudiar en aulas móviles instaladas en el centro deportivo de la población.
Y en Atlixco aún no hay recursos para la reconstrucción de la Parroquia de la Natividad, por lo que el párroco Jesús Genis tuvo que adecuar las canchas de básquetbol para instalar un templo temporal a fin de oficiar misa.
En Puebla capital los comerciantes y empresarios reconstruyeron sus propiedades
En la capital poblana 222 inmuebles resultaron con daños severos en sus estructuras y 150 más con afectaciones en sus fachadas en el Centro Histórico; un año después, 14 edificios se mantienen sin rehabilitación y 15 templos de la capital poblana permanecen cerrados.
Fueron los empresarios y comerciantes quienes agilizaron la reconstrucción de sus propiedades, las cuales en su mayoría se tratan de edificios turísticos. Hay hoteles como la Casa de la Palma, la Casona de la China Poblana y los inmuebles ocupados con los comercios dañados en la calle de Santa Clara que ya fueron rescatados.
Fue el peor temblor que haya vivido la entidad poblana
Transcurrieron 18 años para que los poblanos volvieran a sentir pánico por un terremoto y la naturaleza nos recordara lo frágil que son las casas, las iglesias, las escuelas, los hospitales… y la vida misma. El 15 de junio de 1999, Puebla se cimbró por un movimiento telúrico de gran intensidad. El saldo fue de 18 muertos en varios municipios. La catástrofe del 19 de septiembre de 2017 es tres veces mayor en víctimas. El corte final dice que murieron 45 personas.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha pronosticado que en la zona de Puebla, Oaxaca y Veracruz los movimientos de más de 6.5 grados ocurren al menos cada 20 años, por lo que los temblores de gran intensidad forman parte de la historia de Puebla al ubicarse en la zona centro de la República mexicana, la cual es sísmica por naturaleza.
