Friday, 26 de April de 2024

El Prianismo y Moreno Valle

Por Zeus Munive / /

Crónicas marxianas

Prianismo, definición: Unión de dos partidos (PRI y PAN) que son exactamente iguales. Roban exactamente igual. Aparentan estar peleados, pero en las cúpulas hacen pactos y echan a pelear a sus soldados fingiendo que son adversarios. Sacrifican candidatos (Josefina Vázquez Mota, Blanca Alcalá, Enrique Agüera, Javier López Zavala, Francisco Fraile ad infinitum). Ambos institutos son de derecha: una laica y la otra clerical. No confundir con el priapismo que es algo muy feo que les ocurre a algunos hombres que seguro los castigo Dios por desear a la mujer de su prójimo.

¡A ver, a ver…!, como diría Jorge Estefan Chidiac, déjense de chaquetas mentales. Ya no le hagan, si el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, recibió sus concesiones de taxis aquí en Puebla como si nada, es que la administración estatal se las liberó o cometió pecado de omisión al hacerse de la vista gorda o hacer que la Virgen le habló.

Si Jorge Estefan Chidiac, líder estatal del PRI, justifica a sus legsialdores priistas cada que aprueban la cuenta pública del ex mandatario Rafael Moreno Valle y solo cuando le conviene sale a gritonear que hay deuda pública u hoyos financieros generados por su administración.

Si los diputados priistas locales y federales se hincaron ante el gobernador. Si Enrique Peña Nieto le hizo el caldo gordo a Rafa. Dejémonos de tonterías que la apuesta del PRI es mantener el statu quo a nivel federal y así evitar que una fuerza  como Morena arribe al poder. Y como el PRI vive su peor momento, no le queda otra más que aliarse a su mejor cómplice: el PAN.

Moreno Valle vio ese escenario desde que habitaba Casa Puebla y trabaja todos los días por él. Su apuesta es convencer que él sí se da un trompo con Andrés Manuel López Obrador y lo derrota en las urnas porque como dicen los bots panistas que apoyan al poblano #somosunafamilia.

Moreno Valle trata de romper los acuerdos entre los Calderón y Peña Nieto que se armaron en el 2012. Por ello resulta muy revelador que el ex secretario general de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, denunciara en Twitter que la estructura del panismo de apostó por el PRI y por el mexiquense, obvio en el 2012.

No sería extraño pensar que la derrota del panismo en el 2015, en las elecciones de diputados federales, fueran acordadas a fin de que Peña Nieto obtuviera su mayoría en la Cámara baja del Congreso de la Unión.

Luego en el 2016, Blanca Alcalá, salió derrotada y manchada de su imagen, pues e le evidenció como corrupta y tanto a nivel federal como a nivel local la dejaron morir sola. Existe la versión de que desde la Ciudad de México enviaron millones de millones de pesos pero que misteriosamente no salieron a relucir el día de los comicios, pero esa es otra historia.

Actualmente solo los guerrilleros del Internet y quienes acostumbran ir al zócalo de Puebla a tomar café y a hacerse pendejos se la pasan quejando del PAN. No quieren ver que esto está muy amarrado.

Tampoco hay que ponerse muy “sesudos” como los columnistas que se la pasan escribiendo que la elección del Estado de México es la madre de las batallas y no sé qué tanto esperma mental sueltan al primer rose de sus neuronas. Cada elección es distinta y Peña Nieto le apuesta a ganar su estado y su sucesión. Como presidente es muy malo pero como operador electoral no lo es.

Sabe que no va a dejar la Iglesia en manos de Lutero.

Moreno Valle juega a ganar esa batalla la del Prianismo. Él que viene del PRI por su abuelo y ahora del PAN por sus tíos abuelos, según su biografía. El Prianismo lo trae en la sangre, es su ADN. Por un lado.

Así que mejor vamos a desear la mujer de nuestro prójimo, que nos sale más barato el priapismo que el prianismo, aunque sea igual de doloroso.

 

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