Saturday, 27 de April de 2024

Juan Carlos Lastiri, nacido para perder

Por Zeus Munive / /

 

Zeus ident

Las señales son claras: si Juan Carlos Lastiri resulta electo candidato del PRI a la gubernatura en el 2018 es para perder. Dejémonos de ideas tontas, Lastiri es un pésimo producto. Y no, no porque esté feo ni porque sea una copia mal hecha de Smeagol o Gollum, no porque pida sus tortas de bacalao en los mariscos Silver y le acaricie las piernas a lo que se mueva después de unos rones: hombre, mujer o quimera.

No, no es por eso, es más simple: no tiene discurso.

No contrasta.

No es oposición.

Además, resultaría otro Enrique Agüera, otra Blanca Alcalá, en otras palabras tiene mucha cola que le pisen.

Al inicio de la administración de Rafael Moreno Valle su nombre comenzó a sonar como parte de una larga lista de funcionarios marinistas que serían investigados por presuntos actos de corrupción.

Lastiri, no hay que olvidar, fue ni más ni menos que secretario de Desarrollo Social y en su gestión se manejaron muchos, muchísimos recursos que seguramente los usó de manera personal o por lo menos le alcanzó para comprarse varias docenas de licras marca Joma para sus videos en donde nos muestra de manera simpática algo muy parecido al camel toe.

Además, nuestro personaje no abordará temas como la ola de inseguridad, el endeudamiento que no es endeudamiento pero que aún así debemos de pagar, no hablará del triángulo rojo, ni feminicidios, ni mucho menos se atreverá a tocar al gobernador Antonio Gali ni al ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Es decir, para los panistas, la elección será como un día de campo. Su enemigo no será ni el PRI, ni Morena. El enemigo del PAN es interno tanto a nivel nacional como a nivel local y si saben operarlo estarán del otro lado.

Lastiri tiene todo para perder: un partido que vive en el descrédito total, la falta del gran tlatoani que ponga en orden a todos sus correligionarios en Puebla, una división interna que no se cura ni con el debrisan más potente ni quita el dolor con un quetoralo sublingual.

Pero lo más importante, Lastiri carece de ideas y de temas que los ciudadanos demandan. El oriundo de Zacatlán siempre ha sido impuesto en sus cargos públicos: presidente municipal, diputado local, federal, funcionario estatal y federal.

No tiene idea, puesto que no está en su discurso, qué demonios demanda un ciudadano común y corriente. Su discurso solo es parte de un gobierno y un partido anquilosado.

¿Lo han escuchado hablar en público? ¿Los convence? Si su respuesta es afirmativa es porque los ha invitado a comer sus tortas de bacalao y echarse unos rones a cuenta del erario o son parte de alguna nómina de Sedatu.

De lo contrario, les puedo asegurar que escuchar en el micrófono a Lastiri es como tomarse dos botellas completas  y de jalón de jarabe para la tos: genera pura y maldita somnolencia. Nomás no bosteza uno porque de veras.

Lastiri es un mal producto, entonces, si sale de candidato en el 2018 solo confirmaríamos nuevamente  que el PRI de Puebla no le interesa nada, nadita ni a Los Pinos ni al CEN.

Lastiri solo legitimaría la elección de Martha Erika Alonso.

Mejor, imposible.

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