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Hay muchas cosas en esta vida que no logro comprender por más vueltas que dé. No entiendo por qué el mundo ha venerado por miles y miles de años a un Dios cruel, vengativo y sanguinario; por qué las palabras esdrújulas son esdrújulas; por qué toda la comida rica engorda ni por qué los ladrones contemporáneos claudicaron en su técnica de dejar tabiques cuando se roban las llantas.
Me frustra pensar que envejeceré en mi fallido intento de saber todos esos por qués y como si mis insomnios no fueran lo suficientemente latosos, el gobernador Rafael Moreno Valle incrustó en mi lista de ocurrencias a olvidar una más y tal vez, la más incomprensible de todas:
¿Por qué en Puebla puedes matar a un niño, mutilar civiles, madrear a un pueblo, mentir y obstaculizar en la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y nomás ser amonestado?
#WTF
El sábado pasado, el gobernador Rafael Moreno Valle ordenó la detención violenta, sigilosa y hasta encapuchada de cinco habitantes de Chalchihuapan —Florentino Tamayo, Vicente Juárez, Fausto Montes, Raúl Contreras y Álvaro García— por haberse defendido del ataque de los policías el pasado 9 de julio en la carretera Atlixco-Puebla.
Es decir: En Puebla puedes matar a un niño, mutilar civiles, madrear a un pueblo, mentir y obstaculizar la investigación de la CNDH, violar las garantías individuales de quién quieras, sin pisar la cárcel, sin perder tu de Secretario de Seguridad Pública y nomás recibir una simbólica —por no decir pinche— amonestación de parte del gobierno del estado.
Ay carajo.
Pero, si te defiendes a pedradas de una horda de policías enloquecidos, sin entrenamiento, iracundos, armados, entoletados y que te disparan proyectiles de gases, terminas encapuchado, levantado, madreado, insultado, semi desnudo y descalzo en la cárcel.
La Puebla de Moreno Valle es cada vez más hirientemente absurda e injusta. La sed de venganza del mandatario contra un pobladito de 3 mil habitantes marcará su paso por la entidad y mañana, quizá sea el único recuerdo de él que sobreviva.
Moreno Valle dejará impune la muerte del niño José Luis Tlehuatle.
Moreno Valle dejará impune la mutilación de los tres civiles.
Moreno Valle dejará impune la sangre en Chalchihuapan.—A estas alturas, Moreno Valle aún quiere más sangre de Chalchihuapan—.
Y lo peor: Moreno Valle ni siquiera se dignó a pedirle perdón a sus víctimas.
Qué impotencia.
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El secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, no va a pagar ni con un espasmo la tragedia que él mismo orquestó en Chalchihuapan.
El gobierno de Moreno Valle se lanzó contra siete elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que lo único que hicieron aquella trágica tarde en la que el niño José Luis Tlehuatle recibió el impacto que le arrebató la vida, fue obedecer.
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Durante la investigación realizada por el ombusdman Raúl Plascencia, Facundo Rosas en su carácter de Secretario de Seguridad Pública mintió una y otra vez para evitar la condena.
Estas son las 7 mentiras que Facundo Rosas dijo a la CNDH y que están documentadas en la investigación realizada por el organismo y que en Puebla son letra muerta, minucias, gajes del oficio, como quieran decirle:
1. Facundo Rosas se negó a entregar a la CNDH una muestra del dispositivo con código 3231, el que pudo haber causado la herida mortal del niño José Luis, so pretexto de que estaba agotado; esto provocó la obstaculización de la investigación, según el numeral 44.
2. La Secretaría de Seguridad Pública que encabeza Facundo Rosas detuvo a cuatro ciudadanos antes de que iniciara el operativo para despejar la autopista y mintió cuando solicitó que se les imputaran cargos por privación ilegal de la libertad y tentativa de homicidio, al ser descubierto los detenidos fueron puestos en libertad.
3. El secretario de Seguridad Pública mintió ante la CNDH cuando declaró que sólo fueron lanzados 232 dispositivos de gas en contra de los pobladores de Chalchihuapan, pues en realidad la Comisión acreditó el uso de 478, según el numeral 275.
4. El funcionario morenovallista cambió tres veces su versión sobre el número de elementos que participaron en el operativo para disuadir a los pobladores de Chalchihuapan. Según el numeral 274, la SSP difundió ante la prensa el 22 de agosto que participaron 427 elementos, ante la CNDH dijo que habían sido 431 y luego rectificó el núero y dijo que fueron desplegados 426 policías.
5. Facundo Rosas no pudo acreditar con documentos o certificados que los policías que participaron en el desalojo de la autopista Puebla-Atlixco fueron capacitados para el uso de armas no letales, según el numeral 269.
6. Facundo Rosas también dijo ante la Comisión que supo sobre la manifestación de los pobladores de Chalchihuapan hasta las 12 horas del 9 de julio, esto fue desmentido por la división científica de la Policía Federal que señaló que los elementos policiales fueron enviados a la zona desde las 23 horas del 8 de julio con equipo anti motín.
7. Finalmente la primera vez que el titular de la SSP acudió a declarar ante la CNDH fue incapaz de responder a todos los cuestionamientos del ombudsman, por lo que Plascencia le dio tres días para entregar la información completa del caso.
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En Puebla, ser inocente es un delito.
Pero tranquilo, si eres un delincuente seguro tendrás trabajo en el gabinete estatal.
Que los dioses nos amparen.
Miau.