Saturday, 27 de April de 2024

Dios en el Poder

Martes, 07 Octubre 2014 00:28
Selene Rios Andraca

Frente a la verdulería, la elegancia del periodismo...

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Sobre la inagotable diatriba de la colaboradora de Sexenio Alejandra Gómez Macchia publicada y difundida en un espectacular móvil en las inmediaciones de la Universidad Iberoamericana, puntualizo:

1.      No dirimiré en este espacio lo que ocurre en las aulas de la Universidad Iberoamericana por respeto a la institución, a la comunidad estudiantil y a la menor de edad utilizada por la colaboradora de Sexenio como su “fuente” para desviar la atención del uso de recursos públicos de parte del jefe de la Oficina del Gobierno de Puebla, Juan Pablo Piña.

2.      Lamento profundamente, como alumna y como docente, que la Universidad Iberoamericana se vea involucrada en una polémica causada por la defensa oficiosa de Gómez Nacchia sobre el uso de recursos públicos de parte del jefe de la Oficina del Gobierno de Puebla para su anticipada campaña electoral en Teziutlán.

3.      Me apena que Alejandra Gómez haya distorsionado y alterado conversaciones privadas para, cual vocera, defender a Juan Pablo Piña del uso de recursos públicos para obtener una curul en el Congreso de la Unión.

4.      El punto elemental de esta polémica es el uso de recursos públicos y del helicóptero de parte de un funcionario público para una campaña electoral, hecho que constituye un delito electoral y que es sancionado hasta con cárcel.

Alejandra Gómez reveló —quizá de manera involuntaria y de ahí su iracunda reacción— en una crónica halagadora un par de asuntos debatibles sobre Juan Pablo Piña: el uso del helicóptero y la entrega a manos llenas de despensas, pantallas de televisión, tabletas electrónicas y electrodomésticos a los ciudadanos del distrito 3 federal.

A estas alturas del debate, la colaboradora de Sexenio evade el tema de las despensas que ella misma repartió en Teziutlán y no ha podido explicar cómo Juan Pablo Piña se trasladó de Xiutetelco a Puebla (190 kilómetros) en 15 minutos, según su propia crónica publicada el 8 de septiembre en Sexenio.  

Por enésima vez le pregunto a Alejandra Gómez con la esperanza de que responda coherentemente sin gritos, sin ofensas, sin injurias y sin espectaculares:¿Cómo le hizo el funcionario morenovallista para viajar 190 kilómetros en 15 minutos para atender una reunión con el gobernador y luego estar de regreso en Teziutlán a las 10 de la noche?

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Ha sido una turbulenta semana para CENTRAL: asaltos violentos, artículos infumables, espectaculares móviles, injurias, campañas de odio y reclamos desesperados por la línea editorial de CENTRAL opositora al gobierno de Rafael Moreno Valle.

Es irremediable refugiarme en las entrañables Cartas de Christopher Hitchens sobre la disidencia y sus costos en días como hoy, que la gente opta por el oficialismo:

Es excesiva la esperanza de vivir en una época que sea realmente propicia a la disensión. Y la mayoría de la gente, la mayor parte del tiempo, prefiere buscar aprobación o seguridad (…) No obstante en todos los periodos hay gente que se siente en cierto modo aparte. Y no es excesivo decir que la humanidad está muy en deuda con ella, reconozca o no esta deuda (no esperes que te den las gracias, por cierto. Se supone que la vida de un oponente es difícil)”.

Pueden hacer mil cosas más, pueden amenazarnos, asaltarnos, perseguirnos y colgar otros cien espectaculares, pero nuestra línea editorial es inamovible e innegociable.  

Queda.

Nota bene: Respira antes de responder, por favor.