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El subsecretario de Egresos, Eduardo Tovilla, compareció ante la Comisión de Presupuesto del Congreso de Puebla para convencer a los diputados de avalar la iniciativa del gobierno morenovallista para solicitar una línea de crédito por 300 millones de pesos a fin de resarcir los estragos de “Ingrid” en la entidad.
En 20 minutos, los legisladores dieron su visto bueno, sin embargo, el representante de la Secretaría de Finanzas ni siquiera se dignó en explicarles a los diputados cuál será la tasa de interés que pagará la entidad ni por cuántos años.
El colmo fue que los diputados aprobaron a ciegas la iniciativa de Moreno Valle y ni siquiera saben los lineamientos del nuevo crédito. Lo único que saben es que será el gobierno federal el que pagará el capital y el estado, los intereses.
En los últimos tres años, Rafael Moreno Valle ha pagado del erario mil 108 millones de pesos para los intereses de dos empréstitos requeridos por Mario Marín en 2007 y 2010 y a pesar de eso, a los diputados poco les importó que ahora los poblanos se embarquen con otro pago de intereses.
Lo grave parte de la Secretaría de Finanzas que en su afán de alimentar la opacidad oculta la tasa, el monto de interés y los años del endeudamiento, pero aún más grave que los diputados aprueben, sumisamente, cualquier cosa que les imponga el mandatario.