Monday, 27 de May de 2024

El Mono viste a la moda

Domingo, 02 Septiembre 2012 14:04

Una noche de Ópera

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 Ahí estaba el Mono, tranquilo, haciendo yoga, alineando sus chacras, todo era tranquilidad, paz, armonía…
¡Ring! ¡Riiiiiiiiiiiiiing!
Mi celular, era ¡¡Ita!!
Dejé mi postura del saludo al sol, y conteste rápido la llamada…
Listo, casi, casi, como un Ángel de Charlie, salgo rápido de la casa y me dispongo a cubrir mi siguiente misión.
The big event del año
¡Goooei!
En esta ocasión no hablaré de moda como tal. Me siento orgulloso y muy halagado que me hayan invitado a un evento de mucha altura, la ópera es una corriente musical que me apasiona.
¡Y que más que disfrutarla en vivo y a todo color!
El sábado 19 de mayo, el Club Britania Zavaleta se vistió de luces teniendo la grata presencia y la interpretación de voces magistrales: mezzosoprano Guillermina Gallardo y el tenor Alejandro Torres.
Desde mi llegada al recinto noté varios aspectos que me encantaron: la iluminación perfecta que daba el sentido de calidez, a tal grado que nos moríamos de calor como pollitos en rosticería, todo en su lugar (es algo que siempre he valorado en los eventos a los que asisto ¡Yupi!) un escenario sobrio y discreto, completamente planeado para que nada opacara las melodiosas voces.
Llegó la hora, Guillermina Gallardo enfundada en un vestido negro corte sirena, con holanes en la parte inferior y un tocado encantador con pedrería y plumas.
¡Calvin Klein iluminó su camino!
¡Hermosa!
¡Lloré!
Su personalidad se impuso desde el momento en el que se plantó en el escenario, un talento poblano que a simple vista deslumbra y capta la atención de todo el mundo, interpretando hermosas melodías de la obra “Carmen”.
Sentí que en cualquier momento saldría un toro y todo se llenaría de gitanas, aprovecharía para que me leyeran la mano, ya que hace unos años una gitana afuera del metro Bellas Artes me dijo que tenía el aura negra y se echó a correr, nunca entendí por qué, el negro me queda perfecto, además ¡¡¡adelgaza!!!
Creo que divagué un poco.
Volvamos al Britania.
A las luces cálidas y a la hermosa Guillermina con su mezzosoprano.
El momento mágico de la noche fue cuando Guillermina interpretó “No llores por mí Argentina”, poniendo de pie a todos los presentes.
Sí lo admito, el Mono, derramó una lagrima…
Tal vez dos…

¡Está bien, está bien! Lloré como niña en su graduación de Secundaria.
Obvio, en el Jacarandas. (Ya sé que no me entienden, pero en Chilpancingo así es la pinche vida escolar)
Las interpretaciones fueron intercaladas entre Guillermina y Alejandro, el tenor Alejandro Torres, impactó con su potente voz, los aplausos y las ovaciones no se hicieron esperar.
Un estilo único de interpretación, que llenó por completo los corazones de todos los presentes.
—Ay no ma… parezco Walter Mercado—
Definitivamente una noche llena de glamour y elegancia, se respiraba en el ambiente la elegancia de Francia.
A diferencia de una que otra bolsa que se veía que ya era de temporada muy pasada y que la han mandado varias veces al zapatero porque hasta las hazas ya se veían muy cosidas y mal tratadas.
Cerrando esta gran noche se despidieron nuestras talentosas voces interpretando “Por ti volaré”.
Todo el mundo de pie.
Guillermina me contó que ha realizado sus estudios en diferentes partes del extranjero, lo más difícil para ella ha sido la distancia con su familia ya que la unión con ella es muy fuerte, pero todo ha salido bien, como siempre sacando casta y poniendo el nombre de México muy en alto.
Guillermina comenzó a cantar a los 13 años.
¡Oh Dior mío, a esa edad yo jugaba con carritos todavía!
—Bueno, peinaba mis Barbies, pero ¡No me juzguen!—
Tomando clases con su madre y en un ambiente familiar dirigido a la música, comenzó su pasión.
Cuando entras al mundo de la música, no lo puedes dejar, cuando lo pruebas es imposible salir de ahí, dice Guillermina, con los ojos brillosos y haciendo una mueca de agrado total, me queda claro la música es su pasión.
Agotado, y con muchas ganas de escribir, regreso a casa, muero de sueño, esto de los eventos es muy desgastante.
Nos leemos en la próxima
Bye mis Mono-fans