Todo cambia: la ciudad, la tecnología avanza, la medicina hace nuevos descubrimientos y las madres ¡INDUDABLEMENTE cambiamos!
Las madres de antes ni en sueños hubieran comprado la comida ya hecha, y mucho menos ir a un fast-food o pedir pizza para la hora de la comida. Tampoco andarían buscando que si quínoa, leche de almendras etc.
Ahora es tan fácil pedir comida o pasar por ella, no está tan mal visto como hasta hace unos años, ya las abuelitas no nos crucifican, es más hasta ellas se unen para evitar la fatiga de la cocinada.
Buscamos darles menos grasas, creo que balanceamos mejor la comida ahora, afortunadamente ya no tenemos el pensamiento absurdo de “si esta gordito esta sanito”.
Ahora usamos con mayor frecuencia jeans, pants y hasta shorts para salir a donde sea, no andamos en zapatillas ni con medias, ya andamos más ligeras y hay días que hasta sin maquillaje salimos y no nos vemos mal, y las señoras no nos regañan por no andar así, o bueno sí pero ya no lo tomamos tan en serio.
Podemos tener amigos hombres y no es mal visto, ¡Antes ni pensarlo! era una falta de respeto a nuestra pareja ¡nos hubieran acusado de infidelidad! Yo tengo amigos HOMBRES a los cuales quiero y compartimos experiencias buenas y malas.
¡Ya podemos salir con nuestras amigas! ¡Sí créanlo!, bueno si logramos dejar a los hijos al cuidado de los padres o mientras van a la escuela, podemos tener un rato para estar con ellas ¡vaya! un desahogo.
Podemos ser madres solteras y ¿saben qué? ¡Ya no nos importa lo que diga la gente! es más, a veces hasta es mejor que estén solitas a mal acompañadas.
Lo que es cierto y quizá nunca cambie, es que SIEMPRE dependerá quizá en un 90% la formación de personas que sean útiles para la sociedad en la que vivimos y que se encuentra en constante evolución.