¿Se acuerdan de mi columna en la cual les platicaba de lo difícil (cabrón) que es ser mamá y de las señoras presiones a las que nos sometemos? Pues sí hay mucha tela de dónde cortar.
Y el motivo no es que no queramos a nuestros hijos o que queramos tirar la toalla, mucho menos que no podamos (nadie nace sabiendo). Creo yo que el principal “problema” es que NUNCA terminamos de darle gusto a nadie en nuestro hermoso rol de madre.
Aparecen los expertos en materia y cuestionan cada una de las decisiones que tomas con cada uno de tus hijos, o quieren que hagas lo que ellos consideran es la mejor opción, y pobre de ti si ignoras algún consejo o no haces lo que te “sugirieron”, pues pasas de ser una madre buena a la peor y más inexperta madre ¡¿Cómo te atreviste a tener hijos?!
Sí, a todas nos ha pasado en algún punto de nuestra vida, ya siendo madre, que para evitar conflictos bélicos o guerras civiles en la familia (sin importar el bando) terminas haciendo lo que te “sugirieron” (ordenaron), y acabas enojada y pensando “¡Se salieron con la suya carajo!”, y no sólo terminas enojada con ese “experto en la materia, te enojas contigo misma por no seguir tu instinto, y aún con todo y que ya hiciste lo que “sugirieron” se molestan o se disgustan por no hacerlo en el momento que te dijeron ¡Mis pastillas!
No estoy en contra de los consejos y mucho menos de los que son de buena fe, pero hay un límite muy, muuuuuuy delgado entre opinar y ordenar ¿No creen? Cada quién va trabajando con sus hijos de acuerdo a como eres tú y de acuerdo a la personalidad de cada uno de tus hijos, y por milésima vez, cada niño es diferente, y si bien es cierto que nosotros debemos poner las reglas, se van poniendo de acuerdo a como cada niño se va comportando.
Ahora ¿cómo hacer o cómo decir que no gracias? Desgraciadamente no lo sé, cada una deberá darse su maña para apaciguar a esas fieras opinólogas, pues en muchas ocasiones terminan ofendidos o enojados, por decirles que NO GRACIAS, que tu verás que hacer o como solucionar tus situaciones.
En fin, ni los opinólogos se terminarán y a todas las que somos madres jóvenes nunca terminarán de intentar dirigirnos.
Espero sus comentarios, sugerencias en @mafergarnica