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Uno de mis propósitos que cada año es derrumbado por el ocio, la indecisión, algún libro intrigante, una larga llamada telefónica o una tarea pendiente, es entregar dos veces a la semana esta gustada y leída columna, y este 2015 no es la excepción, aunque debido a mi serial de intentos fallidos, opté por matizar mi meta y prometer entregar, al menos, una columna a la semana sin falta.
Taráaaaaaaaaaaan.
Eso es lo que llamo un buen comienzo de año, lleno de metas por cumplir. Okei, estoy divagando, pero es que cuando uno deja de escribir tantas semanas, pues como que cuesta agarrar el hilo de las cosas. Y tampoco quiero que crean que estuve de holgazana en la casa so pretexto de las fiestas decembrinas, tuve un chorro de tarea de la maestría y por si fuera poco, con estos fríos y con mis exploraciones yucatecas, cogí un resfriado kilométrico que promete abandonar mi cuerpo hasta que la nieve del Popo se derrita y las mariposas revoloteen enloquecidas en la ciudad.
Ya sé que llevo tres párrafos sin decir nada en específico sobre política, pero debo confesarles que otro de mis propósitos de este bonito año que empieza y que promete felicidades, amores y prosperidades, es dejar de hablar mal del gobernador Rafael Moreno Valle y dejar de andarme burlando de todas las sandeces que cruzan por su cabeza y que se materializan en obras absurdas y millonarias; enriquecimientos extraños a empresas fantasmas; policías asesinos sin entrenamientos; estadísticas reveladoras que demuestran la miseria de Puebla; PPS que tienen endeudado hasta a los poblanos que no han nacido y así.
Mi decreto de este año —iiiiiii siempre había querido escribir eso de los decretos, suenan muy esotéricos-espirituales— es: cualquier cosa que haga Rafael que atente contra Puebla y sus ciudadanos me tiene sin cuidado.
Ufff.
Pero algo me dice que ese decreto y el de “debo bajar al menos 5 kilos”, pierden sentido en las primeras horas del año. Así que ni modo, iniciemos este 2015 sin falsos propósitos.
Anyway.
Gracias a fuentes confiables de la guarida de los Reyes Magos, Dios en el Poder tuvo acceso a la carta que envió el gobernador Rafael Moreno Valle hace unas horas. Según los trabajadores de la fábricas de sueños, la cartita del mandatario llegó en un globo especial —realizado por una empresa fantasma y beneficiada en su sexenio— color lila (ejem, ejem), con aroma a chicle de fresa y por supuesto, con letra de molde y con dibujos alegóricos al mágico día.
Palabras más, palabras menos, la cartita de Moreno Valle dice algo así:
Queridos Ustedes Reyes Magos:
Tal vez no les ha quedado claro, pero si siguen ignorándome, el próximo año ya no habrá tres Reyes Magos. En el mejor de los casos sólo serán dos.
Creo que no tienen claro que a mí por las buenas, bueno, pero por las malas mejor. Y de eso justamente quiero hablarles. Es la última vez que les escribo en buena onda como dicen los chavos, pero les advierto que de los tres ya tengo su expediente y no les conviene un escándalo y mucho menos pisar la cárcel.
Sólo les quiero decir que si este 2015, otra vez los medios nacionales me ponen una madriza como la del año pasado por el chamaco ese de Chalchihuapan, tú Gaspar verás tu suerte en San Miguel y con tu mirra no podrás pagar la fianza, así como les pasó a los de Tehuacán.
No entiendo qué pude hacer mal en todo el año —porque eso de subir el servicio del agua un 500 por ciento y de crear una Ley Bala fue mal entendido por los ardidos y por los marinistas— como para que la alianza del PAN con el PRD y la chiquillada fracasara de último momento. ¿Entiendes Melchor, o preferías explicárselo a un policía sin entrenamiento disparándote un proyectil de gas?
En 2014 las cosas no fueron tan buenas como habíamos quedado. Si algo no me gustó es que nadie creyera en la versión de la onda expansiva y menos que Cabalán no pudiera con la pinche Secretaría de Infraestructura y tenga todas las obras retrasadas. ¡Claro, porque el único que queda como un p$%&#%& soy yo!
Sin alterarme, Reyes, este año pido un poco de clase para los poblanos para que dejen de estar chingando con que la Ruedota, el Museo Internacional Barroco, las fuentes danzarinas de colores, la ciclopista y el tren climatizado Puebla-Cholula son obras insulsas y frívolas. Si ellos dejaran de ser tan nacos, entenderían las obras de primer mundo. ¿Me explico, Baltasar? ¿O prefieres decírselo a un comando armado que entre en tu casa en plena madrugada?
Yo confío en que este año ya quede el Teleférico ¡No manches pinches Reyes! Llevan tres años prometiéndome que ya va a quedar esa madre y siempre me salen con que para el siguiente año que porque no hay espacio, no hay dinero, no hay altura y pretextos sin sentido.
Por último, quisiera un poco de su ayuda porque como que ya se me notan las malteadas y no me gusta cómo salgo en mis fotos.
Ya saben o cumplen o se atienen a las consecuencias.
Queda.
Atentamente:
Rafael Moreno Valle
P.D. ¡Los odio a todos, a todooooooos!
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