Friday, 26 de April de 2024

Dios en el Poder

Jueves, 02 Julio 2015 01:53
Selene Rios Andraca

Marcelo García y el sueño estrellado de las Muy Grandes Ligas

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Hoy amanecí con todas las buenas vibras y con tanta inspiración que decidí empezar esta columna con un bonito pensamiento dirigido a su corazones y con la esperanza de en una de esas, la leen, la maduran —así como yo— y les cambie la vida para siempre. Fíjense que en algún lugar leí esta emotiva frase que me puso a reflexionar sobre el acontecer de la vida y que me hizo comprender a todas las personas del mundo mundial,  incluso, a los políticos, por muy políticos que sean: “Es bien lindo correr detrás de los sueños, pero alcanzarlos es más lindo” y no estoy segura quién es el autor si Coelho, Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Jorge Bucay, Og Mandino o Gaby Vargas, pero cuánta sabiduría se esconde ahí verdad de Dios.

Si bien creo que la frase es contundente y no deja lugar a dudas, no quiero seguir adelante sin asegurarme de que todos ustedes queridos míos comprendieron el sentido más profundo del bonito pensamiento. Cuando nuestro autor desconocido dice que “Es bien lindo correr detrás de los sueños” nos está diciendo que se presenta una sensación muy placentera  al perseguir nuestros anhelos más profundos, y cuando dice: “Pero alcanzarlos es más lindo” quiere decir que cuando uno los logra la sensación muy placentera se incrementa más que la anterior.

A partir de esa enseñanza quiero abrir esta entrega. Todos en algún momento de nuestra existencia salimos del capullo para volar como las mariposas, para encontrar o pintar nuestros propios jardines. Pero en ese vuelo, en esa transición de oruga viscosa a hermosa mariposa tornacolor suceden cosas inesperadas o se presentan obstáculos que nos querrán desviar de nuestro destino. ¡No debemos escuchar esas voces! ¡Debemos seguir adelante!

Porque allá en el horizonte, allá a la distancia, allá donde el mar se funde con el sol en el fin del mundo, allá, allá está nuestro sueño—Léase en tono enjundioso, con la mirada al frente y con el puño derecho cerrado a la altura de nuestra sien derecha—.

No crean queridos míos que nomás nosotros los mortales, los ciudadanos de a pie —como nos dijo alguien alguna vez y ya se nos quedó el mote que yo nomás no logro entender qué es eso de  “a pie” pero, bueno, quizá en otra ocasión lo podremos discutir—  somos los únicos que perseguimos nuestros sueños, también los políticos lo hacen y así le ocurrió a mi querido Marcelo García Almaguer.

Tan guapo él se montó en la barca de la esperanza y navegó mares y ríos y cruzó montañas y dragones para llegar hasta donde está: Secretario de Comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.

Dejó en el pasado sus días como coordinador de prensa de la campaña de Moreno Valle; como titular de Puebla Comunicaciones; como director de Comunicación Social de Moreno Valle y de Antonio Gali Fayad. Quemó sus naves para formar parte de la esfera inalcanzable, admirable, deseable y envidiable: la nacional.

Ay. Las grandes, las muy grandes ligas.

¡Al diablo con la provincia!

Sin más, botó todo y se encaminó a perseguir su sueño a la peligrosa y cosmopolita Ciudad de México. Con su caja de huevos, con dos gallinas bajo el brazo, sus fotos de Harvard y su valija destartalada agarró camino para La Capital. —Ya me lo imagino ahí parado en plena madrugada afuera de la Tapo, con sus cosas apretadas al pecho para que no se las robaran y mirando hacia a lo lejos esperando su Mixta. Ay qué cosas, así me pasó hace 15 años cuando llegué a Puebla—.

El verdadero éxito de un Estratega en Marketing & Branding está en La Capital.En ningún otro lado más. Todo lo demás son puras cosas para aldeanos hecho por aldeanos enfocados en los aldeanos.   

La primera misión de mi adorado Marcelo García fue operar a nivel nacional la Estrategia de Comunicación del PAN.

Lo primero que vimos de sus dotes harvarianas fue esa exitosa frase: ¿A poco, no?, luego nos perturbó en las redes sociales con sus #Pringaderas. Posteriormente, nos inundó el buche con sus 1) Bajar los impuestos, 2) Mejorar los salarios, 3) Nuevos empleos.

Por ahí lo vimos lucirse con su respuesta al PRI con una cancioncita con tonada de mentada de madre de: PAN, PAN, PAN, PÁN, PÁN.  




En Puebla, su mano santa dirigió los spots en los que revivieron a Mario Marín y diseñó un serial de spots para hacerle entender a los poblanos que hoy tienen 66.36% más de infraestructura que en el sexenio anterior; que tienen 45.8 por ciento más medicinas para dolor de estómago que en el sexenio anterior y que de acuerdo a las cifras del IMSS con corte al 2012, existen 76.4 por ciento menos feos en la entidad que en el sexenio anterior. —Sí, ya sé que no iba así la cosa, pero más o menos así iba el desmadre ¿A poco, no?—.

Pero todo salió fatal. No funcionaron ni las pringaderas ni los relojes de César Camacho ni andar chismeando que Peña Nieto se llevó hasta el perico a la gira en Inglaterra a cargo del erario.

El PAN obtuvo su peor votación de los últimos 25 años (Proceso) y tendrá la bancada más flaca de las últimas décadas. Uff.

Muy malos resultados para nuestro soñador.

El dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, evidenció públicamente que Marcelito no alcanzó su sueño por más que lo persiguió. El universo no conspiró para que alcanzara su meta.

Dice el todavía líder que la derrota del PAN en la #elección2015 se debió principalmente a la fallida Estrategia de Comunicación de la Campaña “porque nunca logró establecer el dilema entre una mayoría favorable al gobierno y otra de oposición que le hiciera contrapeso”.

Poñoñón.

No hubo mensaje. El mensaje nunca llegó a los ciudadanos. El PAN no supo decir por qué tenía que ganar ese negro 7 de junio.

El sueño delas Grandes Ligas, de momento, tendrá que esperar.

Recuerda, amigo Marcelo: “Es bien lindo correr detrás de los sueños, pero alcanzarlos es más lindo”.

Algún día el Universo conspirará para que lo logres.

Algún día lo alcanzarás —Léase en tono enjundioso, con la mirada al frente y con el puño derecho cerrado a la altura de nuestra sien derecha—.

De momento, pues No mijo.

Miau.