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Circuito Aleph

Lunes, 22 Septiembre 2014 10:45
Julio García

La sonda MAVEN ya se encuentra en Marte para estudiar su atmósfera

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Después de viajar por el espacio más de 10 meses, la sonda MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) de la NASA, finalmente se posará en Marte este lunes. Su objetivo primordial será el de desentrañar uno de los misterios más interesantes del planeta rojo: saber si alguna vez, por su superficie, circuló el agua. La sonda, que tiene el tamaño de un autobús, ha sido lanzada para estudiar la atmósfera marciana y tratar de comprender por qué carece de aire y de oxígeno. Actualmente, la atmósfera de nuestro planeta vecino es tan débil que, si existiera agua en su superficie, se evaporaría de inmediato.

Los datos que aporte esta sonda servirán para que los científicos puedan construir mejores modelos de cómo era el clima en el pasado y, por supuesto, en el presente.

Para el principal investigador del proyecto, Bruce Jaovsky, “las naves que han llegado a Marte previamente han hecho mediciones y hemos aprendido mucho sobre la parte alta de la atmósfera, pero no hemos sido capaces de poner toda las piezas de la fotografía juntas”, esto quiere decir que, pese a que se han lanzado varias misiones al planeta rojo, ninguna a podido comprender, hasta ahora, el misterio de por qué el agua desapareció de su superficie.

La atmósfera actual de Marte, que es extremadamente delgada, está compuesta mayoritariamente por una capa de dióxido de carbono. La presión atmosférica sobre la superficie es de apenas del 0,6% del total de la presión atmosférica que hay en la Tierra.

Uno de los motivos por los cuales se cree que en Marte hubo agua en el pasado, es por la presencia de muchísimos canales en su superficie. De esto también se concluye que la atmósfera marciana fue alguna vez más densa de lo que lo es actualmente.

¿Pero qué es lo que produjo que Marte perdiera la mayor parte del aire? Una de las explicaciones que se tienen para explicar su pérdida, es la presencia del viento solar que no es otra cosa que partículas emitidas por el Sol que bombardean constantemente la atmósfera de todos los planetas. Gracias a que en la Tierra tenemos una atmósfera bastante densa, nos es posible sobrevivir a dicha radiación. Pero en Marte, por el contrario, debido a que la atmósfera es muy delgada, las partículas del viento solar penetran directamente sobre la superficie haciendo que la vida no se desarrolle (este no es solo uno de los motivos, pero es un motivo importante). Otro de las razones es que, al contrario que la Tierra, el planeta rojo no presenta un campo magnético global que sea capaz de desviar estas partículas tan nocivas.

En este sentido, los instrumentos que van a bordo de la MAVEN se concentrarán en la influencia del Sol, observando cuánta energía pone nuestro astro tanto en la superficie del planeta como en su atmósfera.

Otros instrumentos investigarán la composición y el comportamiento de la propia atmósfera. Dichos instrumentos serán capaces de obtener directamente muestras de moléculas. La intención es medir el ritmo al que estas diferentes moléculas se han ido perdiendo, haciendo una distinción entre los diferentes procesos responsables.

Con toda esta información, los investigadores serán capaces de comprender de mejor manera la historia del clima marciano, que va de de haber sido cálido y húmedo en el pasado al clima actual que es completamente frío y seco.

Pero la sonda MAVEN no está sola en Marte:  recordemos que desde 6 de Agosto de 2012, en su superficie se encuentra la nave Curiosity que estudia  las profundidades del suelo marciano. El robot también es capaz de analizar el aire. Sus resultados serán combinados con los que aporte en los próximos meses esta nueva sonda, que promete muchos avances en la comprensión de nuestro planeta vecino.

Comentarios: garcajulio@gmail.com