En este Día mundial contra el SIDA recordamos a Fernando Aiuti, un inmunólogo y académico italiano que intentó erradicar los prejuicios que giran en torno a las personas portadoras del virus de la inmunodeficiencia humana.
Actualmente, sabemos que el abrazar o acariciar a una persona con VIH no representa ningún riesgo. Sin embargo, a finales de la década de los 80 e inicios de los 90 se tenían las creencias u opiniones equivocadas acerca de la enfermedad. Las cuales sólo lograron segregar a los pacientes infectados.
De hecho, las agresiones no solo se quedaron en el plano verbal, sino también en el físico. Esto debido a que se creía que el virus podía transmitirse con el mínimo contacto; o bien, por besarse sin las precauciones adecuadas.
El beso de Fernando Aiuti y Rosaria Lardino
Ante esta situación y luego de un artículo publicado en un diario impreso, donde se afirmaba que el VIH se podía transmitir mediante un beso, Fernando Aiuti decidió demostrar la falsedad en dicho argumento.
El 2 de diciembre de 1991 en Cerdeña, Fernando Aiuti besó en la boca, de común acuerdo, a Rosaria Lardino, una paciente portadora del virus. Esto para demostrar que no se podía transmitir el VIH mediante un beso.
La escena se hizo famosa debido a que un fotógrafo captó el momento. La imagen ayudó a erradicar la falsa creencia de que mediante un beso las personas se podían contagiar de VIH.
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Además de la política, Fernando Aiuti se dedicó a buscar una cura para el VIH. Sin embargo, no lo consiguió. Contrario a sus deseos, murió el 9 de enero de 2019 sin haberla encontrado.
El inmunólogo se precipitó desde el cuarto piso del hospital Policlinico Gemelli de Roma, a través de un hueco de las escaleras. El médico, al que recordamos este Día mundial contra el SIDA, había sido internado por una cardiopatía isquémica que padecía. La muerte quedó asentada como suicidio.
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