¿Sabías que existe el Día Internacional de Concienciación sobre la Tartamudez? Cada 22 de octubre se conmemora este día para hacer conciencia sobre el trastorno del habla; por ello desvelamos a algunos personajes tartamudos que superaron esta condición.
Cabe mencionar que una persona que tartamudea sabe perfectamente que quiere decir, pero no puede expresarse con claridad. Ya que prolonga los sonidos, las sílabas o las palabras por lo que las personas a su alrededor no comprenden totalmente lo que habla.
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Famosos que fueron tartamudos
Aunque usted no lo crea uno de los personajes tartamudos más famosos de la historia es Marylin Monroe, ídolo de la cultura pop, el cine y un símbolo sexual. La actriz desarrolló un tartamudeo durante su infancia. Esta condición la hizo una niña retraída.
De hecho en una entrevista grabada, la modelo aceptó que: “empecé a tartamudear en el orfanato y durante la adolescencia. A veces cuando me pongo muy nerviosa me atranco”.
Otra actriz que también sufrió tartamudeo fue Nicole Kidman. Sin embargo la australiana logró superarlo gracias a un mantra que se repetía en todo momento: piensa qué quieres decir, organízalo en tu cabeza y después habla.
Cabe mencionar que gracias a este trastorno descubrió que no presentaba problemas para repetir un texto, lo que la ayudó en gran medida con su carrera de actriz. Asimismo, dejó de ser un personaje tartamudo que triunfó en la pantalla grande.
Soy muy tímida, muy tímida. Incluso tartamudeé cuando era niña, que poco a poco superé, pero todavía retrocedo en esa timidez. Así que no me gusta entrar sola en un restaurante lleno de gente; tampoco me gusta ir sola a una fiesta”.
Otro de los personajes tartamudos es Bruce Willis. El actor desarrolló esta condición mientras estudiaba la secundaria. Por ello, recibió el apodo de “Buck-Buck” por parte de sus compañeros.
Es de resaltar que gracias a la actuación, Willis pudo superar el tartamudeo. Ya que acudió con su maestro de teatro para que le diera ejercicios para fortalecer su confianza, lo que lo hizo amar el arte y dejar de ser un personaje tartamudo.
De hecho, en su libro biográfico, el actor acepta la condición y menciona: “Casi no podía hablar. Me tomaba tres minutos completar una sola oración”.
Era algo abrumador para alguien que quería expresarse ante los demás y que quería ser escuchado pero que simplemente no podía. Era espantoso. No fue sino cuando asumí el rol de un personaje, en una obra de teatro, cuando perdí el balbuceo. Fue fenomenal”.
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