Todos conocemos a una ‘neni’ que entrega en el Paseo Bravo, y aunque sea de nombre, tenemos noción del lugar, pero ¿conoces la historia de este sitio?
La capital poblana cuenta con este lugar que alberga vendedores, estudiantes y poblanos que lo cruzan en sus trayectos diarios, ya sea para llegar a casa o al trabajo. Pero pocas personas conocen su historia.
Por eso nos hemos encargado de desglosar la historia y darte información sobre el Paseo Bravo que quizás no conocías.
¿A quién se le debe el nombre?
El Paseo Bravo es el parque urbano más icónico de la capital poblana, inaugurado en 1840 como Paseo Nuevo. Debe su nombre al general insurgente Miguel Bravo.
Tenía una plazuela llamada Plaza del Parral, la cual contaba con una horca. La cual se removió a petición de fray Vicente Magor, ya que los dominicos, la orden de la iglesia católica, no podían poner a la venta sus casas por esta razón.
Según una versión de la muerte del insurgente mexicano Miguel Bravo, menciona que el 15 de abril de 1814 fue ejecutado en esa plaza. Era sobrino del tres veces presidente mexicano Nicolás Bravo.
En 1819, el gobernador Ciriaco del Llano y Garay propuso la creación de un paseo público en la ciudad de Puebla en honor a Miguel Bravo, según el historiador y autor Pedro Ángel Palou Pérez.
Más tarde, nueve años después de su muerte, en 1823, el Soberano Congreso Mexicano emite un decreto que honraba a Miguel Bravo con el honor de “Benemérito de la Patria en Grado Heroico”.
En el decreto conmemorativo de Miguel Bravo, se estipuló que el Paseo Bravo debía estar adornado con árboles y tener una pirámide como homenaje al insurgente.
Sin embargo, después de la Batalla de Puebla en 1862 todos los árboles se talaron, como preparación para la resistencia de la ciudad a las tropas francesas.
Curiosidades del Paseo Bravo
No fue sino hasta 1870 que el lugar pasó a llamarse oficialmente como Paseo Bravo. El busto que rendía homenaje a Miguel Bravo se retiró. Cabe mencionar que se envió al Museo Militar del Batallón de San Javier. Sin embargo, después de la Revolución Mexicana, la pieza se perdió. Su paradero sigue siendo desconocido.
Cabe mencionar que el kiosko, donde se realizan diversos eventos e incluso manifestaciones, se colocó hasta 1899. Posteriormente, se erigió un monumento en memoria al médico y político Gabino Barreda, quien se levantó durante el mandato del presidente municipal Leopoldo Gavito.
El parque urbano Paseo Bravo alberga muchas actividades y hasta una pista de patinaje. Esta idea no es actual, pues en 1940 el alcalde Rafael Ávila Camacho ordenó que se instalara. Este proyecto se retomó en 2016 durante la temporada decembrina.
Nos vemos en “El Gallito”
A pesar de que los árboles del Paseo Bravo sufrieron la poda en preparación para el ejército francés, también fue consentido por ese país.
Ya que el reloj conocido como “El Gallito” fue cedido por la colonia francesa en Puebla. Se inauguró en 1921 con motivo del centenario de la consumación de la Independencia de México.
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Lo creas o no, el terremoto de 1999 tumbó el animal de granja ubicado en lo alto de la torre. Afortunadamente, un taxista recuperó “el gallito” para ser reubicado.
Pero este no es el único cambio que ha sufrido el Paseo Bravo, ya que en 2013 el entonces gobernador Rafael Moreno Valle propuso colocar la Estrella de Puebla en el sitio, pero ante la negativa de los poblanos, se instaló en Angelópolis.
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