Te invitamos a conocer la historia de la “Calle de los Dulces” en Puebla capital, que está llena de sabor, de tradición y de identidad. Se ha vuelto un referente tanto para los poblanos como los turistas que llegan al Centro Histórico en busca de las tradiciones de la ciudad.
En realidad esta calle es la 6 Oriente, ubicada en pleno Centro Histórico de Puebla. Antes se le conocía como la “Calle de Santa Clara”, debido al convento que se encontraba ahí mismo y cuya orden religiosa empezó con la elaboración y comercialización de los dulces típicos a partir del siglo XVII.
Desde aquella época ya se podía encontrar: rompope, galletas y dulces poblanos elaborados por las monjas Catalinas, y no por las Clarisas como siempre se ha creído.
La primera dulcería de la calle 6 Oriente se inauguró en 1892 y desde entonces, aquella calle se llenó del sabor de los dulces típicos del estado de Puebla.
¿Pero cómo surgió la calle de los dulces?
Según la historia, la confitería poblana comenzó cuando las órdenes religiosas femeninas llegaron a la ciudad, con el fin de enseñar a otras mujeres a obtener un empleo por medio de tareas del hogar.
Aquellas monjas empezaron con recetas de dulces de diferentes países e incluso recetas indígenas, pues cabe mencionar que en el México prehispánico ya existían algunos bocadillos.
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Así es como se empiezan a elaborar en los hogares los dulces más típicos que conocemos hoy en día como: camotes, muéganos, alegrías, palanquetas, borrachitos, mazapanes, galletas de cochinito, cocadas, higos, acitrones e incluso el rompope de huevo, entre otros.
Posterior a ello y después del asesinato de los hermanos Serdán en el año 1910 que dio inicio a la Revolución Mexicana, turistas nacionales acudían a la ciudad de Puebla para conocer el lugar donde habían pasado los hechos.
Por lo que en 1917 se fundó la primera tienda de dulces llamada “El Lirio” que vendía esos dulces aperitivos caseros para todos los turistas que visitaban la ciudad. Debido al gran auge que tuvo esta primera tienda de dulces poblanos, empezaron a surgir otras y así se dio origen a la “Calle de los Dulces”.
Poco a poco, se empezaron a abrir más locales con el mismo enfoque, así se fue llenando la 6 Oriente con dulcerías.
Cabe destacar que “El Lirio” sigue en pie junto al famoso museo Serdán, comercializando los dulces típicos que tanto gustan.
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