Conoce la ofrenda que el santuario y centro de jubilación para equinos, Cuacolandia, instaló para recordar a la activista y fundadora del lugar, Elena Larrea.
De acuerdo con la administración del refugio, el objetivo es recordar el legado de la animalista que dedico su vida a luchar por quienes no tienen voz.
Por este motivo, invitan al público en general a visitar la ofrenda y el árbol de la vida que se colocó en Cuacolandia, en homenaje a Elena Larrea.
Los interesados en acudir al santuario, deben saber que este altar estará disponible del 27 de octubre al 27 de noviembre con diferentes horarios de atención.
Sin duda, esta es una oportunidad para vivir una experiencia familiar y recorrer el santuario gozando de esta hermosa atmosfera que brinda el Día de Muertos.
Para tu visita, debes contemplar que el costo de entrada es de 250 pesos por persona. Además, incluye una flor para que la coloques en la ofrenda.
En el caso de los niños, se les entregará una calaverita de dulce y en caso de que quieras dejar una veladora, tendrá un precio de 25 pesos.
Tu acceso contempla un recorrido guiado del santuario para que conozcas a todos los habitantes y la historia de cada uno de ellos.
Los días de visita serán de martes a domingo, únicamente en los siguientes horarios: 10:00, 12:00 y 14:00 horas.
La ofrenda cuenta con elementos significativos en la vida de Elena. Además de caballos, se representan otras especies como leones, cocodrilos, perros y gatos.
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¿Cómo sucedió la inesperada muerte de Elena Larrea?
La activista nació el 10 de junio de 1988 en Ciudad de México y falleció en Atlixco el 19 de marzo a causa de un coágulo que le provocó una trombosis pulmonar.
Su muerte sorprendió a quienes la conocieron, ya que su estado de salud era estable. Sin embargo, al someterse a una cirugía estética, presentó complicaciones.
Gracias a su activismo, Larrea logró salvar a más de 300 equinos víctimas de maltrato animal. También luchó contra la caza furtiva y rescató a varios perros y gatos.
En una entrevista para CENTRAL, la activista contó que su amor por los caballos nació en su niñez. Su rescate más significativo sucedió en 2019, cuando inauguró Cuacolandia al decomisar 40 caballos utilizados para calandrias en el estado de Guerrero.
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