Ante los problemas que han tenido algunas comunidades acusando a empresas transnacionales por el supuesto robo de agua en la región del Izta-Popo. Nestlé Waters a través de la fábrica que mantiene en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, buscan una conexión directa con comunidades y ejidos vecinos para integrarlos en la reforestación de la zona y evitar conflictos por el líquido.
En el municipio de Santa Rita Tlahuapan, Puebla, Nestlé Water mantiene la fábrica de su marca Santa María desde el año de 1991. Esta marca genera una derrama de 200 millones de pesos anuales y empleos directos para más de 200 personas de este municipio y comunidades aledañas.
En entrevista con CENTRAL, Juan Carlos Pardo, el director de Asuntos Corporativos y Creación de Valor Compartido de Nestlé Waters explicó que la empresa transnacional está preocupada por los conflictos que se han generado en Puebla entre pobladores de la región con algunos otros grupos dedicados al mismo ramo.
Es un tema lamentablemente que se crea que es el agua en contra de la industria o de la población. Hay que dejar bien claro que el 75% de agua dulce se va a la producción del campo y sigue habiendo una importante oportunidad de un uso eficiente del agua en el campo. Está mal enfocado el problema de agua”, consideró Pardo con relación a los conflictos ocurridos entre comunidades y empresas.
Las condiciones de estrés hídrico en el país y el estado, así como movimientos sociales provocaron un conflicto en la población de Juan C. Bonilla con otra empresa transnacional, Bonafont, el cual se destrabó después de más de un año.
Cuando se da un problema entre la empresa y la población, está mal enfocado. El tema del agua es mucho más grande. Estamos haciendo algunas acciones con nuestros proveedores para el uso eficiente del agua en el campo”.
Nestlé Waters obtuvo en 2019 para la fábrica de Santa María en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, una certificación, la cual fue la primera en México. Se trata de la “Alliance for Water Stewardship Gold (AWS)” o “Alianza para la Gestión Sostenible del Agua”, otorgada por los Servicios de Certificación Científicos (o SCS Global Services con sede en California, Estados Unidos).
De acuerdo con el estudio hídrico, realizado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA). Nestlé Waters solo utiliza alrededor del 1.4% del agua subterránea total disponible del acuífero del Valle de Puebla.
“Se regenera más agua de la que se utiliza” en Nestlé Waters en Tlahuapan
Estas certificaciones se dan únicamente a las empresas que trabajan de manera colaborativa y transparente para la gestión sostenible del recurso hídrico. Y entre los principales aspectos que contemplo esta certificación se destaca la buena gobernanza del agua. Lograr un equilibrio hídrico sostenible y el impacto de forma positiva de la comunidad donde opera.
Y esto se traduce en una serie de trabajos que la empresa Nestlé Waters ha buscado en colaboración con la Comisión Nacional Forestal (Conafor) desde 2017 para que se logre restituir más agua de la que se utiliza en la región.
No es solamente cómo utilizamos el agua, además buscamos un balance a través de esta certificación y el trabajo que se hace con Conafor. Con la reforestación y el cuidado del bosque en la zona donde estamos se recupera más agua de la que se utiliza”, explicó Juan Carlos Pardo.
La empresa Nestlé Waters ha contenido la explotación del líquido con la captación y la reforestación de 400 hectáreas en la zona. Esto para mantener el cuidado y compromiso en las áreas cercanas al municipio de Santa Rita Tlahuapan y al Parque Nacional Izta-Popo, según explicó Pardo.
Esto incluye el apoyo y trabajo en conjunto con los vecinos de los ejidos de Santa Rita Tlahuapan con los que se genera monitoreo contra incendios y reforestación. Lo cual ha implicado 23 mil jornadas de trabajo temporal entre los pobladores de la zona para mantener el cuidado de los bosques del Izta-Popo.
También la Comisión Nacional del Agua (Conagua) mantiene un monitoreo en tiempo real del uso y conservación que se hace en la planta de Santa María en Tlahuapan.
Según explicó Pardo, la empresa Nestlé Waters ha planteado cinco proyectos productivos con los vecinos de los ejidos aledaños. Entre ellos los viveros comunitarios con la plantación de árboles de navidad, ecoturismo de acuacultura, recorridos para el avistamiento de luciérnagas, una fábrica de blocks sustentables y el centro ecoturístico “El Vaquero”.
Además, el certificado Alianza para la Gestión Sostenible del Agua evalúa al menos cinco áreas clave necesarias para fortalecer la práctica industrial del agua. Y obliga a Nestlé Waters en los siguientes rubros, según explicó Pardo.
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Entre ellos se encuentran:
Buen gobierno del agua con una gestión efectiva, colaboración y responsabilidad compartida de los recursos hídricos.
Balance de agua sostenible con la gestión del uso del agua. Esto para garantizar que la tasa y la cantidad de extracción del líquido tenga un equilibrio y no supere la reposición natural de la fuente.
Buena calidad del agua que implica tomar medidas para preservar, monitorear e incluso mejorar la calidad de los recursos hídricos disponibles.
Identificación y contribución para la protección de áreas de la cuenca que son críticas para la salud y la sostenibilidad de los recursos hídricos locales.
Agua segura, saneamiento e higiene para todos (WASH): trabajo para mejorar los servicios de agua y saneamiento, así como las prácticas básicas de higiene.
El conflicto en el Izta-Popo
La preocupación de Nestlé Waters resalta en un contexto donde ya el estado de Puebla ha tenido conflictos entre transnacionales y comunidades por el uso del agua. Esto con fines comerciales precisamente en la región del Izta-Popo.
Lo que sí buscamos es mantener un balance. Las autoridades saben cómo se está utilizando el agua. (…) Puede haber amenazas o gente que se quiera subir a la oportunidad de poner en riesgo. Pero se está haciendo trabajo en la comunidad”, comentó al respecto Juan Pardo.
El 8 de marzo del 2021 el movimiento Pueblos Unidos que congregó a distintos representantes de las etnias nahuas del Izta-Popo realizaron la toma de las instalaciones de la empresa transnacional Bonafont en la junta auxiliar de Santa María Zacatepec, el municipio de Juan C. Bonilla.
El movimiento nació en queja a un supuesto saqueo de agua de parte de la empresa transnacional filial del grupo Danone. El 10 de agosto del 2021, los activistas expropiaron el terreno de la planta Bonafont y lo renombraron “La casa de los pueblos”. Lugar que se utilizó como área común de educación y cultura para los indígenas del Izta-Popo.
El 15 de febrero del 2022 un juez de control solicitó el desalojo del movimiento tras un largo conflicto. Alrededor de 400 elementos de la Guardia Nacional y Policía Estatal recuperaron las instalaciones de Santa María Zacatepec.
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