El diputado de Morena, Eduardo Castillo López, presentó una iniciativa en el Congreso del Estado para obligar a los ayuntamientos a dar espacios dignos a los artesanos de Puebla y que ellos puedan ofrecer cómodamente sus productos, ante situaciones donde incluso venden desde el suelo.
En el dictamen, el representante del distrito 23 de Acatlán de Osorio mencionó que este sector padece de marginación, al no contar con las herramientas necesarias para ofrecer sus creaciones a un precio justo, siendo objeto de regateo.
Basándose en datos del INEGI, el legislador subrayó que el 27.7% de los ciudadanos se dedican a este sector. Lo cual generó un ingreso de 138 mil 291 millones de pesos en 2019, cifra que representa el 19.1% de las ganancias del sector cultural, que fueron de 724 mil 453 millones.
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Por ello, propuso reformar el artículo 34 de la Ley de Cultura del Estado de Puebla, para establecer que el Consejo Estatal y los Ayuntamientos deberán:
Impulsar el desarrollo de las actividades artesanales en el Estado, en coordinación con las dependencias competentes para garantizar, de manera recurrente y conforme a sus posibilidades, espacios dignos en corredores turísticos, tianguis, mercados públicos, plazas regionales de comercio y centros expositores, donde los artesanos se puedan desarrollar en condiciones óptimas”.
De igual manera, con una modificación al artículo 78 de la Ley Orgánica Municipal del Estado, se plantea la “obligatoriedad de los ayuntamientos para colocar espacios dignos”.
El diputado Eduardo Castillo destacó que apoyar con espacios a los artesanos de Puebla servirá para que reciban un trato digno, con mejores condiciones para incrementar sus ganancias y fortalecer la economía local.
La iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Asuntos Municipales y Cultura para su análisis.
La difícil condición de los artesanos
En el Centro Histórico es habitual encontrar a artesanos de Puebla que ofrecen sus productos a los transeúntes y comensales. Algunos, van de calle en calle con collares, juguetes y café; otros, colocan mantas en el suelo con la esperanza de que algún turista aprecie su trabajo.
Si bien algunos vendedores no generan grandes ingresos por pasar desapercibidos, la pandemia de coronavirus aminoró aún más sus ventas.
REVISTA RAYAS dio a conocer el caso de Josefina Gabino, una mujer de 89 años que cada año se traslada desde Querétaro para ofrecer sus muñecas “María”, la cuales no podía vender por la falta de turistas en el Centro Histórico.
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