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En el Centro Histórico de Puebla abundan los artesanos... Apoyalos

- Diseño: Sam Navarrete

En un recorrido realizado por Revista Rayas encontramos a un productor de café y una artesana de collares de la Sierra Norte, así como a un vendedor de bolsas de Chiapas, quienes nos relataron sus historias para que los poblanos los apoyen y puedan llevar sustento a sus hogares. 

Por Carmen González/@carmenldn /

En cada calle del Centro Histórico de Puebla hay artesanos de diferentes municipios del estado y otras entidades de la República, que viajan hasta la capital para vender sus artesanías y productos, y, con esto, sostener a sus familias.

Desafortunadamente, muchos de ellos pasan desapercibidos y ahora, por la pandemia de covid-19, no han logrado las ventas necesarias.

Recientemente se dio a conocer el caso de doña Josefa Gabino, una artesana de 89 años originaria de Querétaro que cada año viene a la ciudad a comercializar sus muñecas María, pero que debido a la suspensión de las actividades de Semana Santa no lograba obtener ingresos.

Ante ello, la buena voluntad de los poblanos y turistas sus ventas incrementaron considerablemente; incluso la apoyaron con alimentos y donativos para no regresar a su pueblo con las manos vacías.

VER: ¡SE LOGRÓ! LE COMPRAN MUÑECAS A DOÑA JOSEFA E INCREMENTAN SUS VENTAS

Al igual que ella, muchos productores y artesanos tratan de ganarse la vida honradamente. En un recorrido realizado por Rayas sobre las calles del primer cuadro de Puebla, encontramos un productor de café y una artesana de collares de la Sierra Norte, así como a un vendedor de bolsas de Chiapas. Ellos nos relataron sus historias para que los poblanos los apoyen y puedan llevar sustento a sus hogares.

Conócelos y si te los encuentras, ¡apóyalos! Valora su trabajo, no regatees, recuerda que es trabajo de calidad que requiere tiempo y esfuerzo.

Los productores de café de Cuetzalan

Marcelino tiene 21 años, y con su familia se dedica a la elaboración de café artesanal en Cuetzalan. Junto con dos amigos más cargan bolsas con café molido, vainilla y canela que ofrecen en las zonas más concurridas del Centro Histórico.

Las bolsitas de café de poco más de un cuarto tienen un costo de 50 pesos, las grandes se venden por 100 pesos. A veces también ofrecen chiltepín, miel y pimienta.

Venimos a la ciudad porque en Cuetzalan casi no hay trabajo, tenemos que salir de mi casa para poder mandar dinero a la familia”, dijo Marcelino.

Normalmente ubican su pequeño puesto en la 2 Poniente y 3 Norte, muy cerca de telas Parisina. Puedes realizar tus pedidos al 22 12 82 50 77.

Café de Cuetzalan, ¡compren!

La artesana de Huauchinango

Marisol Cayetano Santos vende aretes y collares hechos de chaquira, así como prendas bordadas y papel amate en la avenida Juan de Palafox y Mendoza, entre la 2 y la 4 Sur, en compañía de su pequeña hija.

La artesana, originaria de una comunidad cercana a Huauchinango, se queda en la ciudad durante una temporada debido a la falta de oportunidades en el municipio en el que creció, y donde luego formó su familia.

Esperaba que las ventas en Semana Santa fueran fuertes, pero la falta de turistas por la pandemia de covid-19 arruinó los ingresos que ella y los suyos anhelaban. Incluso, los inspectores del Ayuntamiento han dificultado la labor de la artesana.

Todos los días pasan los inspectores del Ayuntamiento y no nos dejan vender en esta calle. Hay días en que solo nos piden que nos retiramos y otros en que nos quitan la mercancía. Nos dicen que nos vayamos al Parián, pero allá no hay gente ni turistas”.

Este trabajo le permite salir adelante diariamente. Sin embargo, no es suficiente para pagar la renta y la comida, pues a veces solo obtiene 500 pesos al día y en momentos peores, solo 100, a pesar de permanecer hasta 8 horas diarias en esta calle.

Los collares tienen un costo de 120 pesos, los aretes chicos en 25 pesos y los grandes en 50 y las pulseras en 20 pesos. Marisol sale de 12 del día a 7 de la noche todos los días.

Pulseras de Huauchi, ¡compren!

Christian viene desde Chiapas

Con tan sólo 19 años, Christian decidió dejar Chiapas hace una semana para probar suerte en Puebla, vende bolsas y mochilas hechas a mano por su familia.

Admite que desde el inicio de Semana Santa no le ha ido nada bien, pues se encontró que había gente paseando en el centro, pero debido a la crisis económica no quiere gastar ni comprar estos artículos.

Vengo aquí por la necesidad de querer salir adelante, de querer brindarle un mejor futuro a mi familia. Las personas sólo checan las bolsas y dicen que están muy bonitas, pero no se las llevan”.

Las mochilas con flores y de diferentes colores, así como las bolsas de mano con motivos mexicanos, tienen un precio de 220 pesos por igual.

Christian recorre gran parte del centro (muy cerca al zócalo) todos los días desde las 11:00 hasta las 20:00 horas aproximadamente y no sabe con exactitud el día que regresará a casa.

Bolsas de Chiapas, ¡compren!

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