Como una medida para frenar el desinterés y las ausencias de los diputados faltistas Puebla, fue presentada una iniciativa en el Congreso local para obligarlos a permanecer en su curul durante el desahogo de las sesiones. Condicionando que deben votar en la mayoría de los dictámenes, debido a su costumbre de salirse del Pleno.
El legislador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Fernando Sánchez Sasia, propuso una serie de reformas a la Ley Orgánica del Poder Legislativo.
Entre ellas, una modificación al artículo 58 para agregar que se descontará un día de salario a cada diputado que no haya votado al menos “dos terceras partes de los proyectos de ley, decretos o acuerdos que se sometan a discusión, salvo que exista justificación”, en cada una de las sesiones ordinarias, extraordinarias y comisiones.
En el artículo 189, se plantea que lo anterior sucederá, pese a que los legisladores hayan pasado lista al inicio de la sesión, pues su ausencia en la curul durante se consideraría como falta.
A ello, se agrega que “cuando se lleve a cabo cualquier votación, únicamente se computará el sentido del voto de los diputados presentes que lo hayan manifestado”.
De igual manera, se precisa el voto de los faltistas no podrá utilizarse en el sentido en que haya emitido su sufragio la mayoría, perdiendo así su derecho representativo.
Diputados se pasean durante las sesiones
En la exposición de motivos, Sánchez Sasia argumentó que las ausencias de los diputados de Puebla durante las sesiones impiden que haya un voto “responsable”, siento un problema que no está regulado.
La Ley Orgánica vigente no contempla elementos que darían mayor certeza al trabajo legislativo, como sería, el que ejercer el voto, salvo que exista excusa, sea una obligación de las y los legisladores, así como el no solo pasar lista, sino estar presentes en las discusiones y el debate de los temas que se traten, para ejercer un voto responsable.
Y es que, es común que los legisladores se salgan constantemente durante el desahogo de las comisiones, pero principalmente, en las sesiones ordinarias del Pleno, las cuales, por Ley deben tener una duración mínima de cinco horas.
Sin embargo, dicho horario difícilmente se cumple, ya que la LXI Legislatura ha acostumbrado iniciar las sesiones ordinarias con hasta 40 minutos de retraso, tras los cuales, los representantes de todos los partidos acostumbran entrar y salir del Pleno, moviéndose a distintas a las áreas del recinto legislativo, sin atender la sesión en turno.
La iniciativa fue turnada a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales para su análisis.
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