El periodista Marco Aurelio Ramírez Hernández se convirtió en la nota de ocho que tantas veces cubrió en Tehuacán, Puebla. Así lo recordó su hija Diana Ramírez, aguantando el llanto.
La joven abogada encabezó el agradecimiento a familiares, colegas y amigos que los acompañaron a despedir al periodista tehuacanero. “Mi papá se fue siendo la nota de ocho, de columnas”, aseguró.
La despedida inició en la colonia Arcadia, en la que aún sobreviven casas de la década de los 40. Casas que algún día pertenecieron a familias de “dinero viejo”. Inmuebles que hoy se volvieron escuelas, oficinas y casas funerarias.
Ahí se encuentra el velatorio Machorro Sullivan de la calle Independencia en Tehuacán, Puebla. El calor de una tarde de primavera, en el segundo municipio de mayor peso económico en el estado, es el encuadre de una despedida.
Para decirle adiós a Marco Aurelio su familia eligió un ataúd azul marino. Según sus costumbres tenía que irse descalzo, pero decidieron ponerle sus zapatos más nuevos. “Decía que eran muy cómodos. Los uso máximo una o dos veces”, relató su esposa Dulce.
El cuerpo del periodista salió de Tehuacán el día 23 de mayo. En cuanto las autoridades lo permitieron se fue al Servicio Médico Forense (SEMEFO) de la capital poblana.
Vamos a terminar este momento muy familiar, muy íntimo, muy personal y ya. De inmediato empezamos a ver qué sigue. Ahora Justo ahora no pensamos en qué puede tener la Fiscalía. Queremos despedirlo adecuadamente”, dijo Diana.
La hija del periodista relató que tenían miedo que hicieran mal la necropsia de Marco Aurelio por eso pidieron que todo se realizara en Puebla. La noche del 24 de mayo llegó el cuerpo a Machotto Sullivan.
Desde entonces no han parado las llamadas, no han parado los mensajes de apoyo. No nos damos abasto. Mucha gente lo quiso”.
A Marco Aurelio le sobrevive una gran familia, su núcleo eran sus tres hijas y su esposa Dulce. Su esposa hizo el recuento de lo que cambiará ahora que el periodista no está.
Era el que le decía a su hija la más chica que tenía que levantarse. Que tenía que apurarse, que la llevaba a la escuela. Iba por ella. Y ahora papi ya no está”, dijo Dulce.
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Marco Aurelio tenía la vasta experiencia de más de 30 años de periodista, varios medios en su haber y amigos en Tehuacán, en Puebla, en México. A sus 69 años tenía cabida en muchas familias.
Tengo muchos tíos. Tengo mucha familia que no es de sangre. Les agradecemos que hayan venido”, dijo Diana tras terminar la misa.
El mensaje de la joven abogada exhibe que tiene ese ánimo echado para delante de su padre. Pero su familia entera está en una pieza para exigir justicia.
Al finalizar la misa en honor al periodista no faltaron los gritos para exigir justicia.
Amigos y colegas del periodista advirtieron que en breve se realizará una manifestación para exigir justicia para Marco Aurelio.
Los asistentes reprobaron el ánimo de inseguridad en Tehuacán que, bajo el gobierno de Pedro Tepole, mantiene uno de sus periodos más oscuros.
En la colonia Reforma, a un costado de Arcadia, de Tehuacán existen grandes residencias. Lujosos portones, bardas altas de acabados de lujo. Es la zona en la que el difunto gobernador Miguel Barbosa Huerta construyó su casa y la de su mamá.
En esta zona están integrados a sus camellones unos acueductos prehispánicos tallados en piedra volcánica llamados tecuates. Las estructuras se conservan como arrecifes urbanos.
Ahí también se multiplican los guardaespaldas, las camionetas blindadas. Tehuacán tiene un tufo de miedo y de híper violencia. Afuera del velatorio Machorro Sullivan hay dos patrullas de la Policía Municipal de Pedro Tepole. Ya para qué.
Marco Aurelio fue la primera de tres víctimas en menos de 24 horas en Tehuacán, Puebla. Parece que en este municipio la seguridad, así como una camioneta blindada, es un artículo de lujo.
Y aquellos que acompañaron a Marco Aurelio para exigir justicia en el funeral vieron cómo el féretro se acomodó en la carroza y tomó rumbo al panteón “Las Flores” de San Lorenzo Teotipilco.
Un largo desfile de autos a vuelta de rueda continuaron el cortejo fúnebre. En el panteón la lluvia sorprendió a familiares y amigos.
La lluvia, como cierre de una despedida dramática refrescó el bochornoso jueves de primavera en el que se despidió al periodista tehuacanero.
Los periodistas que acompañaron el cortejo hacen el recuento de los asesinados en 2023. Van cinco en este año. Y uno fue el periodista Marco Aurelio Ramírez en Tehuacán, Puebla, una ciudad en donde la seguridad es un artículo de lujo.
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