Con globos de colores despidieron a los niños que quedaron bajo los escombros tras el terremoto en Turquía. Cientos de ellos fueron colocados en la zona cero en homenaje a los menores de edad.
Estas imágenes le han dado la vuelta al mundo y es que ahora tratan de darle un poco de color con estos globos a la zona de Hatay, luego de la devastación y muerte de cientos de pequeños.
Este homenaje fue iniciativa del fotógrafo Ovun Sever Okur, quien consiguió globos de color rojo, azul y rosa, y los amarró a los cables salidos de las ruinas en Turquía, y lo tituló “Mi último regalo para los niños”.
El 6 de febrero pasado, el mundo se estremeció ante el devastador terremoto en Turquía cuya magnitud fue de 7.8. Luego hubo una réplica de 6.7. El epicentro se ubicó a 33 kilómetros de la ciudad de Gaziantep.
La comunidad internacional colaboró para encontrar a personas bajo los escombros. De Puebla fueron enviados “July” y “Rex”, perros rescatistas que ayudaron en la labores de Turquía y volvieron hace unos días.
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Ellos encontraron a cuatro personas con vida y desafortunadamente 33 fallecidos. Pero su gran labor ha hecho que reciban premios y sean reconocidos a nivel internacional.
Pero los milagros no pararon ahí. Un día después del terremoto, el 7 de febrero, un bebé nació entre los escombros y en un edificio en ruinas en Siria, otro de los países afectados por el terremoto de magnitud 7.8.
El video de un hombre saliendo con el recién nacido en brazos le dio la vuelta al mundo, aunque su mamá murió después de dar a luz.
Ahí mismo en Siria, una niña de 10 años protegió a su hermano más pequeño, fueron encontrados en una imagen enternecedora, ya que ella le cubría la cabeza con su brazo. Y hasta un perrito y un gatito fueron encontrados abrazados ante el miedo que parecían tener.
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