Un niño de 5 años fue asesinado por un grupo de hombres armados que intentaron asaltar a su familia cuando viajaban por una carretera de Esperanza.
El niño fue herido de bala cuando su mamá no se detuvo en un retén ilegal de Esperanza. Los sujetos dispararon en su contra. La madre del niño lo llevó al Hospital en Palmar de Bravo, pero llegó sin vida.
Los primeros reportes indican que, la madrugada del sábado, dos mujeres y un pequeño de 5 años, viajaban abordo de un vehículo Mazda, modelo CX7, de color vino, sobre la Puebla- Orizaba.
Debido al cierre de circulación de los dos carriles, aparentemente por un accidente salieron de la autopista a la altura del municipio de Esperanza. La madre del niño decidió tomar vías alternas.
Mientras avanzaban encontraron a su paso dos camionetas: una de color gris y otra blanca. Se trataba de un retén ilegal. Los sujetos que estaban a los costados de las camionetas les marcaron el alto.
Pero la conductora, por temor a un asalto, no detuvo su marcha. En ese momento los tipos les apuntaron con un láser y efectuaron varios disparos.
Uno de los impactos lo recibió el niño de 5 años durante el asalto en Esperanza. De inmediato y sin detenerse el automóvil, la mujer avanzó varios kilómetros hasta llegar al Hospital Integral de Palmar de Bravo.
El personal médico hizo todo para salvar la vida del pequeño, pero al revisarlo ya había perdido la vida. Autoridades de Palmar de Bravo llegaron de inmediato al nosocomio.
Se informó de los hechos el Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado. Minutos después realizaron las diligencias de levantamiento del cadáver y se inició la carpeta de investigación correspondiente.
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El caso recuerda al de la familia Vázquez y el niño Hilario, ocurrido el 1 de mayo del 2017. Los Vázquez aprovecharon el puente vacacional para viajar a la Ciudad de México a visitar a los padrinos de su hijo Elías, que en próximas fechas cumpliría tres años.
La madrugada del día siguiente regresaron a Quecholac. Los asaltaron sobre la autopista México-Puebla, cuando bajaron la velocidad en busca de un lugar donde hacer sus necesidades fisiológicas, antes de llegar a la caseta de San Martín. Los atacantes mataron al pequeño de solo dos años y violaron a la esposa e hija de Hilario.
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