El abuso grupal a una joven de 20 años a plena luz del día en Argentina causó conmoción y puso a reflexionar a la sociedad sobre la cultura de la violación.
¿Qué ocurrió en Argentina?
Seis jóvenes de entre 20 y 24 años fueron detenidos el pasado martes en Buenos Aires, Argentina, los acusaron de violar a una joven de 20 años de edad dentro de un vehículo en Palermo, uno de los barrios más concurridos de la ciudad.
Los agresores estaban perfectamente organizados, dos tocaban la guitarra fuera del coche para crear distracción, mientras los otros cuatro abusaban de la joven en el interior y así se iban turnando.
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Muchas personas opinaron sobre este indignante suceso, haciendo mención que los seis violadores están enfermos o que tienen alguna patología mental.
Sin embargo, la médica y feminista Sol Ferreyra, mejor conocida en redes sociales como “Sol Despeinada”, dijo durante una entrevista que no se trata de una enfermedad, se trata de la cultura de la violación.
Que seis personas pensaran vamos a drogar y a violar a alguien en un auto y que a ninguno se le haya cruzado la idea de que era mínimamente desubicado nos habla de que no es una persona que tiene un problema, el problema es colectivo, asegura Sol.
Esto es un problema cultural y social, nuestra educación esta basada en esta cultura que es aceptada y normalizada debido a actitudes sociales sobre el género, el sexo y la sexualidad.
Llamar a los violadores “enfermos mentales” es capacitista, los violadores no tienen ningún tipo de enfermedad mental, lo hacen porque han nacido y crecido en un patriarcado, han interiorizado la cutura de la violación.
Esto, propicia que nos sigan maltratando, fomenta el machismo y el patriarcado, naturaliza e invisibiliza la violación, se niega a reconocer el daño de ciertas formas de violencia sexual que no se ajustan a los estereotipos de violación violenta.
Se les enseñó a las mujeres a cuidarse
A las mujeres se les ha enseñado a tener que cuidarse de no ser violadas en lugar de enseñarle a los hombres a no violar, no hay un deber social de hacer algo para que no hayan violadores; justifican a los hombres diciendo que son incapaces de cuidar sus instintos.
Nuestra cultura patriarcal y machista ha promovido la violación todo este tiempo, ofrecen el cuerpo femenino como un consumo y el deseo de los hombres como incontrolable, pasando por alto el consentimiento de las mujeres.
Se debe enseñar a no violar, a respetar el consentimiento, a ser responsables; necesitamos que esta sociedad rompa el silenciamiento social y que nos otorgue garantías de justicia y de no repetición.
Lo que realmente tenemos que hacer es un cambio cultural, sería un fenómeno social, estructural y no individual.
Hoy 8 de marzo es importante recordar que no es un día para festejar. Ser mujer en México no puede celebrarse ante el riesgo nuestra vida todos los días; es momento de informarnos, cuestionarnos, reflexionar.
No queremos una felicitación por ser mujer, queremos que la gente se cuestione, que nos dejen de acosar, que nos dejen de violar, de matar, la felicitación queda fuera, compartió la influencer Maria Bottle en su cuenta de Instagram.
Aquí puedes encontrar información para evitar que se siga promoviendo la cultura de la violación: Dieciséis maneras de enfrentarte a la cultura de la violación.
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