Fue asaltado un pasajero a bordo de un taxi autorizado de la Central de Autobuses (CAPU), cuyo servicio y tarifas son controlados. El hombre fue atracado por dos sujetos, luego que el conductor lo abandonara “para ir al baño”.
Los hechos ocurrieron el 19 de octubre cuando el usuario, que pidió la gracia del anonimato, tomó el taxi autorizado de la CAPU. El chofer le dijo que la dirección que le dio estaba muy retirada y por la hora le tendría que cobrar de más.
Esta persona salió de la CAPU y abordó el taxi porque supuestamente son los autorizados y son más seguros, así que dio su dirección y conforme se acercaban, el chofer le dijo que por la hora y lo retirado le iba a cobrar un poco más.
Conforme fueron avanzando, le seguía insistiendo que era más de lo acordado y la persona que lo abordó por la hora y la premura de querer llegar a descansar, luego de un largo viaje, accedió a la tarifa que le iba incrementando.
Minutos más tarde y en una privada oscura, el conductor del taxi le dijo que se iba a bajar porque quería ir al baño y como estaba lejos no le daría tiempo.
El usuario tuvo que acceder, pero le pidió que no tardara porque ya era muy tarde y quería llegar a su destino.
En cuanto el chofer bajó, dos personas subieron con pistola en mano al vehículo y encañonaron a la persona que viajaba en la parte de atrás.
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Los sujetos lo despojaron de sus pertenencias, dinero, celular y lo bajaron del vehículo tipo taxi.
Los dos subieron y al instante apareció el chofer. Los tres se dieron a la fuga abandonando al pasajero en esa privada. Como pudo, llegó a su casa.
La empresa está coludida
Al otro día, acudió a la caseta de los taxis amarillos para denunciar el delito cometido y la respuesta de la persona fue:
Sabemos dónde vives, así que no hagamos esto más difícil”.
El pasajero que utilizó el taxi autorizado por la CAPU vive ahora en la zozobra, pues teme por su vida y la de quienes viven en esa dirección por las represalias que la banda de taxistas amarillos pueda hacerle.
Hasta el momento, teme presentar una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) por miedo a que le hagan daño a él o su familia.
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