La delgada línea entre picar las costillas y el acoso laboral

Hace unos días se hicieron virales memes en varias redes sociales sobre el acto de “picar las costillas” a compañeras de trabajo y/o escuela. El hecho fue tomado como humorístico por varios internautas, relacionándolo con una forma de coqueteo. Hasta ahí todo OK si consideramos que dicho acto tiene el consentimiento de las dos partes.

Sin embargo, como parte de la misma tendencia, comenzaron a viralizarse testimonios de mujeres que manifestaban su desacuerdo y hasta su rechazo a normalizar dicha conducta, pues manifestaban que ellas no habían dado su consentimiento para que un compañero, bajo el pretexto de hacerse el chistoso, o el amigable, les picara las costillas sin su consentimiento.

Lo peor es que numerosos casos de dichos testimonios, contaban que eso era el principio de una serie de actos que incluso ya eran situaciones de acoso laboral para sus compañeras.

Esta conversación que puede parecer equis, intrascendente o solo “memeable”, pone sobre la mesa la importancia de hablar de acoso laboral contra las mujeres en México. ¿Es eso exagerado? Las cifras nos dicen que no, y que es mucho más preocupante de lo que pensamos.

Al menos 7.9 millones de mujeres han vivido violencia en el trabajo en México, esto de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH)

7.9 millones de mujeres son muchísimas personas, es como si todas, absolutamente todas personas del estado de Puebla, más un millón y medio más, hubieran sufrido acoso laboral en sus trabajos, esto si consideramos las últimas cifras del INEGI que nos dicen que somos más de 6 millones 500 mil 278 poblanos y poblanas.

Esta cifra representa poco más del 20% de las trabajadoras en todo el país, casos que van desde el famoso piquete de costillas, hasta situaciones más violentas como stalkeos, hostigamientos,acosos, acosos sexuales, abusos sexuales y hasta violaciones.

La ENDIREH mide 3 tipos de violencia en el trabajo, la psicológica, la física y la sexual. Esta última es la más frecuente, pues más de 5.7 millones de mujeres la han vivido, es decir el 73% del total.  De ellas 615,000 han sido violadas en sus trabajos por sus compañeros o jefes de trabajo.

Estas cifras son gravísimas y deben poner sobre la mesa la importancia de construir espacios laborales seguros para todas las mujeres.

¿Qué si es mucha exageración o estamos sobredimensionando lo del piquete de costillas? NO, porque justo esa conversación se ha vuelto viral debido a la cantidad de personas que se han sentido identificadas con el tema.

En este sentido es imporante tener en consideración dos elementos, el primero que tiene que ver con que nadie puede tocar nuestros cuerpos sin nuestro consentimiento, así sea un piquete de costillas, sino existe un consentimiento expreso de: “sí, no me molesta que me piques las costillas”, entonces no se puede hacer, ni por muy gracioso, amigable o confianzudo que sea el compañero. Un espacio laboral seguro empieza por respetar los cuerpos de todas las personas.

Y segundo, no minimizar o subestimar estas situaciones con el típico: “generación de cristal”, “ de todo se quejan”, “qué intensas”, porque las cifras de abuso sexual laboral en México son altísimas y valdría la pena evaluar cuantas de esas agresiones comenzaron por un compañero abusador que empezó por transgredir los limites corporales de sus compañeras con cosquillas y llevarlos hasta agresiones o violaciones.

En este país donde violan a 72 mujeres al día de acuerdo al  Secretariado Ejecutivo del SNSP, mejor ser exageradas y prevenir violencias, a sufrirlas.

Marea Púrpura.

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Marisol Calva

Marisol Calva

📢Feminista 💜 en lucha por nuestro derecho a decidir 💚 #SeráLey | Politóloga