Si tuviéramos que enumerar los pendientes que el Congreso del Estado tiene con las mujeres en Puebla, seguramente tendríamos una lista muy larga que contar, entre las iniciativas por la despenalización del aborto que mantienen más congeladas que un iceberg en la congeladora legislativa, la falta de una ley vicaria, la falta de una ley de menstruación digna, etcétera, etcétera.
Lo cierto es que todos los partidos ya se aprendieron un discurso muy bonito, muy marketero, y hasta tienen la osadía de autodenominarse “partidos feministas” o “el partido de las mujeres”, pero si nos ponemos a revisar sus exhortos, sus puntos de acuerdo, sus iniciativas presentadas, y sus votos, nos damos cuenta que son puro choro electorero.
Organizaciones civiles, colectivas feministas, activistas y hasta una Campaña Permanente por el Aborto Legal en Puebla, se han dado a la tarea de hacerle la tarea al Congreso del Estado, organizando foros, parlamentos abiertos, campañas de información y concientización y hasta iniciativas ciudadanas en colaboración con Diputadas, que hay que decirlo, tienen conciencia de género y un compromiso con la causa, pero sus votos son insuficientes para presentar y votar dichas iniciativas en trabajos de comisiones, ya ni qué decir de llegar al pleno.
Y aunque por primera vez hay más mujeres que hombres en el Congreso del Estado, ni así logramos que las agendas a favor de las mujeres avancen.
Hace 13 años, en 2009, el PRI y el PAN unieron sus votos para votar una iniciativa INCONSTITUCIONAL que atentaba contra los derechos de las mujeres, y me refiero a la famosa “ley de protección a la vida desde la concepción”. Puebla no fue la única entidad en la que se presentó esta polémica y retrógrada iniciativa, leyes similares, prácticamente copias unas de otras, se votaron en 18 entidades de la República Mexicana, como una respuesta al enorme avance que representó la despenalización del aborto en la Ciudad de México. Una política machista, promovida por un Estado religioso y patriarcal que debía ser laico, y apegado a la progresividad de los derechos humanos de las mujeres, avaló dichas reformas a las constituciones de los estados.
Voces como la de Marcela Lagarde se hicieron escuchar alto y fuerte señalando dicha ley como una acción de inconstitucionalidad y un atentado contra los derechos de las mujeres, porque no era posible que se reconocieran los derechos de un “no nacido” sobre los de una mujer ya nacida.
Pasaron 12 años, para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atrajera el caso luego de una acción de inconstitucionalidad presentada en el Estado de Sinaloa, para que la Corte sentenciara que dichas leyes eran inconstitucionales y que los congresos estatales no tenían competencia para legislar en esa materia.
En las últimas semanas la Corte ha echado abajo legislaciones que mantenían esta famosa “ley de protección a la vida desde la concepción” que no es más que una ley antiderechos, discriminatoria y deshumanizante de las mujeres, en varias entidades, como en Nuevo León y Veracruz. Sin embargo en Puebla sigue estando vigente en la Constitución. ¿Qué espera el Congreso del Estado para dejar sin efectos este ordenamiento discriminatorio e inconstitucional?
Entonces aquí me surgen algunas preguntas, ¿Seguirán los legisladores poblanos las cuentas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en redes sociales? ¿Darán seguimiento a las sentencias del Máximo tribunal de justicia? Si están super ocupadísimos y sus agendas llenísimas no se los permiten, ¿sus asesores les presentarán fichas informativas sobre lo que se discute en la Corte? ¿Esperaran que la corrección de plana venga desde el Máximo Tribunal para que entonces sí pongan manos a la obra? ¿O simplemente se tratará de falta de voluntad política y compromiso con los derechos humanos de las mujeres?
Ojalá se acuerden que las demandas y necesidades de las mujeres en el estado son permanentes, diarias y diversas y no solamente en campañas cuando necesitan nuestros votos.