Un día antes estuvo Ricardo Monreal en Puebla. Su visita pasó sin pena ni gloria. Nada sucedió, es más, es como si no hubiera sucedido.
Al parecer el tufo que tiene en la federación voló con el suave aire. Se esparció como una flatulencia se esparce en un ambiente cerrado. Y no ocurrió nada.
La diferencia se notó entre uno y otro. Yo la neta no daba ni un peso por Gerardo Fernández Noroña y la reventó. Como siempre causó polémica.
En primer lugar exigió la salida de Julio Huerta de la Secretaría de Gobernación y Toño López que es diputado por el PT casi se nos desmaya.
Y es que Toño López apoya y trabaja para el proyecto de Julio Huerta. Mientras que el corazón de Noroña está con Nacho Mier, tanto que hasta se tomaron una foto juntos.
Pero eso sí, Noroña demostró tener mucha fuerza y arrastre y una buena estructura. Ahí sí se lució mi amiga Nora Escamilla con la gran movilización de gente. En cada punto que pisó Noroña en la ciudad de Puebla estuvo muy bien arropado por los petistas.
Además, Noroña le levantó la mano. La destapó y le dio su respaldo a la Presidencia Municipal de Puebla. Fue claro el mensaje, ya vimos por quién se puede decantar el PT.
Me cuentan que Nora Merino fue la más abrazada, apapachada y respaldada por Noroña. Pues el trabajo se vio y el PT en Puebla hizo un excelente trabajo para su única corcholata a la Presidencia.
Cerraron con broche de oro por la noche en San Francisco Totimehuacán. Un evento que reunió a cientos de poblanos en plena calle y todos con las ganas de saludar a Noro.
Yonadab Cabrera Cruz / Los amantes del poder
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