Pues sí que salió vapuleada del Congreso local, la secretaria de Planeación y Finanzas, María Teresa Castro Corro. Por supuesto es la cabeza más visible de esta hidra de corrupción.
Pero aún falta que los diputados llamen a rendir cuentas al secretario de Administración, Jesús Ramírez y a Rosa Urtuzuástegui, actual magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado. Ellos son parte de la corrupción que impera en la entidad.
Ellos han hecho las licitaciones amañadas del gobierno del estado y que fueron detectadas por la Auditoría Superior de la Federación.
La ASF publicó un informe en el que se detectaron anomalías por 3 mil 600 millones de pesos en la administración de Barbosa. Y eso que él se envolvió en la bandera de la anticorrupción. Se sentía el Juan Escutia de transparencia.
De dicha cantidad se destaca un presunto daño patrimonial por 249 millones de pesos de la cuenta pública 2020. Y es que el gobierno estatal no informó de 9 contratos de obra.
Mi querida Carolina Beauregard, diputada federal del PAN, responsabilizó de las licitaciones irregulares a las Secretarías de Planeación y Finanzas, Seguridad Pública y hasta Turismo.
La Caro Beauregard dijo en su momento que son alarmantes estos desfalcos en obra pública. Otra prueba es la inversión en las luces led del Periférico Ecológico cuya inversión fue de 180 millones de pesos y que ni sirven.
Y tampoco han dicho qué fue de los paneles solares. Y se supone qué hay una empresa que tiene concesionado el mantenimiento, pero lo único que brilla en el Periférico es la ausencia de esta firma.
Ojalá que pronto el gobernador Sergio Salomón cambie a todos estos muchachos y le atine a buenos perfiles.
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