Ya ni sé a quién dedicarle estas líneas. A la tal Majo que solo busca de dónde sacar dinero o a sus víctimas, pobres incautos que se dejan engañar.
Y es que me hierve la sangre. Una por gandalla y los otros por mensos. Cuando el activismo se vuelve negocio y uno muy redituable, me da tanto coraje.
Ese sombrero ya se llenó de mucha lana y a costa de mucha gente. Es más, si lo voltean no saldrá el conejo, saldrá el dinero.
Pero más tontos los que le creen, los que se dejan engañar, los que son manipulados por la Majo.
Verán. Para la marcha LGBTTTIQ la Majo anda pidiendo apoyos por todos lados. Ya fue a solicitar aguas, refrescos, carpas y hasta un camerino para los artistas invitados al Pride. Y la solicitud es de cientos de miles.
Luego fue a ver a los del Barzón para solicitar apoyo económico, material y humano.
¿Y qué creen?
Ahora los del Barzón trabajan para la Majo. Ellos tienen que acarrear gente, cargar cosas, dar dinero, repetir volantes y trípticos y hasta vender los souvenirs oficiales de la marcha. Sí.
Porque ya todo se comercializa y la Majo es la vendedora oficial de las banderitas de la comunidad LGBTTTIQ. Cada banderita costará 166 pesos. Y el tamaño es de 90 centímetros por 150. Imaginen el negociazo.
Sólo de 5 mil serán 830 mil pesos ¿Y saben cuántos millares mandará a hacer? Sí un chingo. De ahí fácil se llevará más de un millón de pesos.
Y díganme cómo no será negocio. Yo pensaría que todo ese dinero lo tendría que usar para pagar las aguas, los refrescos, el equipo de sonido, los trabajadores, el Camerino, las carpas, etc, etc, etc.
Pero si todo eso lo consiguió a través de apoyos y donativos por ser una causa social. Entonces a dónde irá a parar toda esa lana.
Amigos, no se dejen engañar. No enriquezcan más a alguien que solo se ha dedicado a lucrar con la comunidad LGBTTTIQ. Tan buen negocio es que ya hasta anda organizando marchas en otros estados como Morelos.
No sean tontos. No le llenen más las bolsas o el sombrero de dinero. Solo les ve la cara y bien bonito. Los verdaderos activistas están en otras esferas, dando otras batallas y no buscando quién les haga más grande la mina de oro.
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Una precisión. Me comenta el equipo de Comunicación Social del PRI que mi amigo Néstor Camarillo no recomendó a los priistas de cuidado.
Bueno no son emisarios de él, pero sí de otro priista que tiene tentáculos y ojos por todos lados. El más poderoso de Puebla y de los más poderosos del país.
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