Hace días muchos colegas, compañeros de sector y partido, juraron que Marcelo Ebrard había perdido la primera batalla al renunciar anticipadamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Sabiendo que el señor es todo un estratega por supuesto que no iba a dar paso sin huarache. Y así fue.
El piso parejo del que tanto se habló en la Asamblea Nacional de Morena creo yo, siento desde mi muy humilde punto de vista, que benefició a Marcelo Ebrard.
Y lo benefició porque logró que todas las miradas se dirigieran a lo que estaba haciendo Claudia Sheinbaum y el apoyo volcado que estaba recibiendo.
Ahora cualquier acto, cualquier gobernador o funcionario público que asome la cabeza, que apenas y meta una uña, será motivo de pleito y hasta de impugnación del proceso interno de Morena.
Y es que en la asamblea de este domingo, hubo una serie de reglas y candados para garantizar el piso parejo entre los aspirantes.
Uno de los más importantes es que no gobernadores, funcionarios públicos o miembros del gabinete federal podrán hacer proselitismo a favor de alguna de las corcholatas.
Estos candados tienen una sola destinataria y es Claudia Sheinbaum. Pues los gobernadores del país le están haciendo la campaña. Y como la regla quedó ambigua, no sé estará sujeta a la interpretación de que también debe incluir a legisladores.
Pues la estructura de las otras tres corcholatas está encabezada por diputados y senadores. Pero los casos más evidentes de apoyo desmesurado y cínico es por parte de los gobernadores a favor de la jefa de Gobierno de la CDMX.
Al final, creo que más bien Morena y todos cayeron en el juego de Marcelo y aunque falta mucho para el 6 de septiembre, fecha en que se elegirá al candidato a la Presidencia, la favorita sigue siendo Sheinbaum pero cualquier cosa puede pasar.
Además, el ala de izquierda, la verdadera base de izquierda y que conforma a Morena está con Ebrard. Entre ellos académicos, intelectuales y gente de clase media. Así que se me hace que habrá un tremendo pleito y división.
Esto se va a poner bien bueno y todavía faltan meses. En tres meses todo puede pasar.
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