Solo me pasó a mí o será que todos nos quedamos con la boca abierta, con el ojo cuadrado al ver a Charito en campaña. Perdón, en un acto de caridad en San Nicolás de los Ranchos.
Mi Charito chula salió del lugar en el que estaba resguardada y este miércoles todos la vimos en fotografías con el alcalde de San Nicolás de los Ranchos.
Según llevó 50 milcubrebocas y 5 mil botellas de agua para los vecinos del municipio, que por la contingencia del Popocatépetl.
Sus fotografías me recordaron aquel evento épico de Martha Erika Alonso en 2016 cuando en la Sierra Norte fue a regalar zapatos para los damnificados de Earl.
Recuerden que la panista fue muy criticada. Y ahora Charito quiso copiar esa estrategia, se presentó en San Nicolás de los Ranchos pero se ve que lo suyo es la cercanía con la gente.
Ya solo faltaba que hiciera lo que hizo su marido, Miguel Barbosa en el 2018 que en plena campaña besó en la frente a un niño. Por supuesto, su cara campañera era muy genuina. Se ve que también lo suyo era el amor al pueblo.
Aquí más bien, me da curiosidad saber por qué salió Charito a la luz pública.
¿Será que anda en busca de un cargo de elección popular?
¿A quién incomodará su incursión en la política?
Además, pues es heredera legítima del legado barbosista ¿Entonces a quién le restará poder al interior del grupo?
Algo muy raro hay en el ambiente barbosista. Algo no cuadra ahí, la ecuación no me sale pero esperemos a los próximos días para ver qué ocurrirá.
Mientras seguiré muy de cerca los pasos de Charito en esta nueva faceta de caridad, amor y protección a los que menos tienen.
Los amantes del poder
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