Seguramente muchas cosas les debe el alcalde de Teziutlán, Carlos Peredo a sus regidores para dejarlos hacer y deshacer en el Ayuntamiento. Familias enteras trabajan ahí, o casi enteras.
Un asunto de nepotismo, tráfico de influencias y digamos que falta de asepsia política. Pero en Puebla no pasa nada y nadie hará nada para sancionar dichas conductas.
Pero al menos ya sabemos que el director del Instituto Municipal del Deporte de Teziutlán, Ignacio Juárez se fue al Mundial de Qatar abandonando la oficina, dejando todo aventado para presumir que anda en tierras árabes.
Lo malo es que ese municipio ni siquiera destaca por sus actividades deportivas. Vaya nada hace, pero cómo cobra. Y resulta que la que lo metió al Ayuntamiento es su hija, la regidora de Turismo, María José Juárez.
Seguramente le invirtieron una buena lana a la campaña de Peredo Grau, para dejarles una cuota de poder y permitirles que hagan lo que quieran como irse a Qatar en días laborales. Bueno, tal vez le dieron vacaciones.
El otro caso es el de la regidora de Grupos Vulnerables, Renata Castañeda quien tiene a dos de sus hijos trabajando en el Ayuntamiento como directores.
Uno es el titular del organismo de agua potable y alcantarillado y el otro es titular del Instituto Municipal de la Juventud. La regidora también tiene tremenda cuota de poder y me comentan que su trabajo así que digamos que ¡Qué bruto, qué bueno es! Pues tampoco.
En fin, cosas que pasan en los municipios y que debemos de evidenciar, porque luego por eso los alcaldes cometen tantos excesos.
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